Tras su sobreseimiento definitivo.
El camarista fueguino, sobreseído en la causa que lo investigó por la detección de imágenes de abuso sexual infantil en su nube informática, referidas a un expediente que lo tuvo como instructor en 2016, apuntó contra sectores judiciales y mediáticos por el modo en que se difundió el caso. Anticipó además una demanda contra el abogado local Jorge Pintos.

Juez de la Cámara de Apelaciones, del Distrito Judicial Sur, Andrés Leonelli.
Declarado inocente de las sospechas que pesaban sobre él, y sobreseído definitivamente, el integrante de la Cámara de Apelaciones del Distrito Judicial Sur, Andrés Leonelli, analiza con su abogado defensor los dichos públicos que —asegura— afectaron su honor. “Fueron momentos muy duros los que nos tocó vivir con mi familia y muy injustos porque desde el minuto cero la Justicia tenía todos los elementos para darse cuenta que nunca se trató de tenencia ilegal de imágenes sino de una descarga por defecto de un zip, en total desconocimiento de mi parte”, afirmó.
El magistrado recordó que “esa descarga accidental además se había hecho desde una computadora judicial, en horario laboral y entre miles y miles de sentencias, no dicho esto por mí, sino por la entidad de monitoreo que hizo constar esa información en un reporte”.
Leonelli sostuvo que, a su entender, existió una “operación mediática” en su contra: “Resulta inentendible que en el mismo momento que se allanaba mi casa la noticia se difundía en muchos medios y hasta inclusive algunos nacionales. Resultó muy penoso para mí tener que contener a mi esposa y mis hijos y a la vez intentar tranquilizar a mi madre, que vive en el norte del país, que estaba muy angustiada porque se había enterado por los noticieros que me estaban allanando e imputando cargos absurdos”.
En sus declaraciones, el juez también apuntó contra el abogado local Jorge Pintos, quien opinó públicamente sobre el caso y la implicancia que la filtración de supuestas imágenes de niños que se creía que habían sido victimizados en Río Grande, podía tener: “Los dichos de Pintos fueron de una irresponsabilidad absoluta. Como ya lo he dicho, las imágenes en cuestión nunca fueron de niños riograndenses. Se trata de material que los pedófilos se procuran en el Internet profundo y que hacen circular en el mundo. Ese material de procedencia internacional formó parte de una investigación en la que debí intervenir en el año 2016, cuando ejercía funciones de juez instructor en Río Grande”.
Sobre ese punto agregó: “Las imágenes pueden tener más de 30 años. Capaz que los niños de las fotos de ese momento hoy tienen 40 años. El sujeto imputado no las producía, las consiguió, las tenía en su poder y las difundió en la red. También quiero aclarar, en base a algunos comentarios en los que se me acusaba de no haberlas destruido en aquel momento, que eso no me correspondía hacer porque dejé Río Grande para continuar mi carrera judicial en Ushuaia en febrero de 2017, y las actuaciones, como estaban en trámite, pasaron a ser competencia de otro juez. Dadas todas estas explicaciones tengo que decir que yo no puedo salir a explicar lo que dice un abogado irresponsable como Pinto, que habló sin tener ningún conocimiento del caso”, enfatizó.

Abogado Jorge Pintos.
Consultado sobre las acciones que proyecta, Leonelli sostuvo: “Se van a tomar las acciones que corresponde porque no se puede decir cualquier cosa sobre la vida ajena, y quedar impune. En mi caso como en el del buen nombre y honor de cualquier ciudadano. Y además porque acá no hubo un afán de proteger a niños, como quiso aparentar. Lo que dijo Pintos fue para confundir a la sociedad.
Yo lo entendí como una manera que tuvo alguien que no sé a qué interés responde, de distorsionar la realidad y generar un daño, ya que si él hubiera querido, fácilmente como abogado podía contrastar hechos que estaban clarísimos y que, como era de esperarse, terminaron en un sobreseimiento definitivo”.
El camarista subrayó a continuación: “Desconozco a qué interés responde Pintos y por qué tuvo tanto afán en hacerme daño. Aclaro que es una persona que solo conozco por el ejercicio profesional y que he tratado como juez y él como parte. De hecho —y perdón que lo diga— pero hay que decirlo también: a Jorge Pintos lo exoneraron de Gendarmería Nacional, fue condenado por hurto y por incumplimiento de los deberes de funcionario público cuando pertenecía a esa fuerza. Lo echó el presidente Carlos Menem con un decreto presidencial en la década del 90 y fue además inhabilitado para ejercer cargos públicos. Este es el perfil de quien me agravió de manera temeraria e interesada, vaya uno a saber por qué. Cito esto porque demuestra que se trata de una persona que ya desde la base no es confiable, y esto no lo digo yo sino que se trata de información pública que cualquier ciudadano puede googlear y verificar fácilmente en el Boletín deicial de la época”.
Finalmente, el juez Andrés Leonelli anticipó que evalúa ejercer acciones legales por las manifestaciones públicas mencionadas, que considera muy agraviantes: “Con mi abogado Gustavo Ariznabarreta vamos a ejercer las acciones correspondientes, porque esta persona me ha difamado durante todo el proceso sin razón aparente”.