SE CONOCIO LO QUE PODRIA SER EL PLAN DE RESCATE DE LA INDUSTRIA FUEGUINA, IDEADO POR EL ELECTO PRESIDENTE ALBERTO FERNANDEZ.
A la disminución progresiva de la producción de pequeños electrodomésticos, como aspiradoras, afeitadoras, depiladoras, notebooks, tablets, monitores, radios, cámaras de fotos, equipos de audio y microondas, entre otros, ahora se espera que las fábricas se adecuen a los nuevos tiempos y puedan elevar la vara de la exigencia volcándose a generar electrónicos de alta complejidad tecnológica.
Con las máquinas paradas y una marcada merma en los puestos de trabajo en la actividad metalúrgica, con la llegada al poder de Alberto Fernández y Cristina viuda de Kirchner, soplan vientos de cambio que aspiran a conjurar los efectos de las políticas del saliente Mauricio Macri. Al casi ex presidente Tierra del Fuego le debe la nefasta apertura de las importaciones que solo trajo desconsuelo, desempleo e involución.
Con escasa producción de televisores, teléfonos celulares y aires acondicionados, la expectativa está depositada ahora en la asunción de la nueva dupla presidencial, integrada además por quien en el año 2009 le diera un fuerte espaldarazo al polo electrónico austral. Fue justamente durante la gestión de la ex presidenta y ahora vicepresidenta electa Cristina Fernández en 2009, cuando se reforzaron beneficios impositivos y fiscales para entusiasmar a los empresarios a producir más.
Según la Unión Obrera Metalúrgica, la industria fueguina ocupa actualmente a 6.100 empleados, entre fijos y temporarios. Es decir, 8.000 trabajadores menos que los que había en 2015.
La receta que los Fernández – Fernández pretenden aplicar consiste en reinventar a Tierra del Fuego como un polo de producción de la más alta tecnología cuya calidad permita exporta hacia todos los puntos cardinales del mundo.
La apuesta es fuerte: los equipos del flamante presidente idearon a nuestra provincia como un escenario tecnológico en donde se puedan fabricar drones, equipamiento para la fabricación de turbinas para generar energía eólica, componentes para paneles fotovoltaicos y computadoras para tractores, además de los productos “estrella” como lo son los televisores, los celulares y aires acondicionados.
Bajo la guía de Mercedes Marcó del Pont, la economista que acompañó a Cristina Kirchner desde la presidencia del Banco Central, los técnicos de Fernández ya están abocados a crear un plan de desarrollo fueguino.
“La meta que buscamos es que la industria de Tierra del Fuego no se dedique sólo a fabricar electrónica de consumo, sino una gran variedad de artículos, incluyendo equipamiento de alta tecnología”, indicó la fuente. Y agregó que “el plan contempla también una pata muy importante para generar valor agregado nacional a través de la creación de una red de proveedores de insumos ubicados en otras provincias”.
FIN DEL REGIMEN A LA VUELTA DE LA ESQUINA
“El régimen, tal como se lo conoce hoy día, vence en apenas tres años, por eso las nuevas autoridades provinciales han estado tratando de garantizar la extensión de los beneficios impositivos y fiscales para que no colapse el polo electrónico.
El flamante presidente, como se recordará, arribó a nuestra provincia antes de las elecciones de junio, firmando un acta de seis puntos mediante la cual se comprometía “a potenciar la capacidad de la matriz productiva industrial” de la isla y a prórrogar la vigencia del régimen hasta el año 2073.
La idea de los electos es ampliar en Tierra del Fuego el menú de opciones – que en tiempos de gloria llegó a constar de 20 productos – sumando cuanto aparato electrónico se pueda fabricar, ensamblar, armar, o como quiera llamársele. El objetivo inclusive no es solo sumar productos, sino también empresas.
“El foco estará puesto en las últimas tecnologías en las que haya potencial de crecimiento dentro de Argentina”, sostuvo un directivo, refiriéndose de ese modo a artículos de alto valor agregado, como electrónica aplicada a la agroindustria, y también a todos los dispositivos tecnológicos que hoy equipan a los tractores de última generación.
Pero las ideas no se agotan ahí: está en carpeta también una serie de proyectos vinculados con la robótica y el software,
y la generación de componentes clave para la infraestructura asociada a las energías limpias. “En la isla se entusiasman con una suerte de relanzamiento del régimen y una solución al problema de la altísima capacidad ociosa (40% a 50%) dependiendo la empresa” – agregó otra fuente.
UNA RECETA MEJORADA
“La idea es que no se termine ensamblando tecnología con partes y piezas totalmente importadas. Sí es cierto que una parte de los insumos provendrá del exterior, ya que no se puede producir todo en el país pero buscamos que los componentes en los que sí hay posibilidades de desarrollo nacional sean suministrados por empresas de Argentina. Ahora estamos en la fase de identificar las partes y piezas que sí pueden fabricarse en otras provincias. No queremos que se cometan algunos errores del pasado”, apuntó el vocero bien informado.
Durante la presidencia de Cristina Kirchner, cuando Débora Giorgi era ministra de Industria, se había intentado avanzar con una red de proveedores locales para abastecer a las plantas de Tierra del Fuego. La iniciativa, en su momento, se pensó a gran escala, pero en la práctica la experiencia al final terminó reduciéndose a algunos insumos, tales como cables, placas madre y componentes plásticos para controles remotos.
El otro gran objetivo que persigue el equipo de trabajo de Alberto Fernández es convertir al polo austral en una plataforma exportadora, idea que en su momento también había perseguido Giorgi, que llegó a negociar la colocación de celulares “Made in Tierra del Fuego” en mercados como Venezuela, aunque la idea tampoco terminó por despegar.
Ahora, el plan es mucho más ambicioso. “Si se avanza con un plan integral, que contemple un régimen impositivo y fiscal acorde, y se logra consolidar la red de proveedores, estaremos en condiciones de proveer con tecnología de punta a la región”, afirmó el vocero consultado.
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