Efectivos del servicio externo de las comisarías 1era, 2da y 3era aprehendieron a cuatro jóvenes en momentos en que realizaban peligrosas pruebas de destreza en los playones deportivos de la calle Darwin.
Los motociclistas, de 20 a 27 años de edad, realizaban las maniobras de alto riesgo para ellos y para terceros con vehículos que no contaban con la documentación en regla y sin chapas identificatorias a la vista. La práctica crece a nivel mundial pero en Tierra del Fuego la Ley 1.024 la penaliza.
En el último tiempo los policías que recorren la ciudad en forma preventiva por las noches – informó a Diario Prensa Libre una fuente confiable – vienen siendo provocados por jóvenes motociclistas que suelen realizar peligrosas maniobras de “willy” para luego alejarse a toda velocidad por las calles de Ushuaia.
Los motociclistas levantan la rueda delantera de la moto en marcha y continúan transitando así por varios metros, solo apoyados en el eje trasero, arriesgándose a resultar heridos ellos mismos o a causarle daños a otras personas o vehículos, entre las muchas piruetas que saben describir espectacularmente.
Esta actividad es conocida mundialmente bajo la denominación de “stunt” y cuenta con muchos adeptos que se vanaglorian de su destreza técnica, estado físico y concentración, sin reparar en los efectos secundarios indeseables que acarrea.
A raíz de este proceder riesgoso y acentuado en horas de la noche y la madrugada, efectivos policiales del servicio externo de las comisarías 1era, 2da y 3era de Ushuaia realizaron un gran operativo que arrojó como resultado el de cuatro motos secuestradas y sus conductores, aprehendidos.
Alrededor de las 23 del día martes 19 de diciembre y alertados por vecinos que se domicilian en las inmediaciones de los playones deportivos de la calle Darwin, los efectivos policiales se dirigieron al lugar, encontrando a varios jóvenes realizando de modo temerario peligrosas acrobacias a bordo de sus motos.
Al percatarse de la presencia policial varios de ellos huyeron ráudamente, siendo no obstante identificadas cuatro motocicletas con sus respectivos conductores, quienes resultaron ser César Gustavo Coronel, de 24 años, en una moto Honda Wave, de color gris, dominio A-192-NBL, sin chapa patente colocada; Samuel Luca Sosa, de 27 años en una Suzuki, de color rojo, dominio A-183-RQA; Lucas Sebastián Marotto, en una Honda Wave, de color azul, sin chapa patente colocada y Gonzalo Ignacio López Corvalán, en una Honda Wave, de color rojo, también sin identificación; los dos últimos de 20 años de edad. Al requerírseles la documentación personal y de sus vehículos, carecían de ella, por lo que fueron convocados inspectores de la Dirección Municipal de Tránsito, quienes se encargaron de labrar las correspondientes actas de infracción y de ordenar el secuestro de todas las unidades y su traslado al playón de incautamiento.
Paralelamente y en virtud de haber infringido los conductores de las motocicletas el Art. 121 de la Ley N° 1.024, del Código Contravencional de Tierra del Fuego, los cuatro fueron aprehendidos contravencionalmente por disposición del fiscal de turno del Distrito Judicial Sur, abogado Jeremías Morales.
Si bien el “stunt” cobra cada vez más seguidores, choca de lleno con la letra de la Ley 1.024 sancionada en el año 2014 en Tierra del Fuego, la que en su artículo 121 establece textualmente: “Quien participare, disputare u organizare competencias de destreza o velocidad con vehículos motorizados en la vía pública, violando las normas reglamentarias de tránsito, será sancionado con multa de 20 a 300 UM (Unidad de Medida consistente en el 5% del sueldo categoría 10 de la Administración Pública Central), o instrucciones especiales de 6 a 12 meses, o trabajo de utilidad pública de 15 a 45 días, e inhabilitación. La sanción se elevará al doble cuando la conducta descripta precedentemente se realizare mediante el empleo de un vehículo modificado o preparado especialmente para dicho tipo de competencias”.
Muchas quejas
La práctica del stunt enoja a los vecinos que se domicilian cerca de los playones en los que los motociclistas acróbatas se reúnen para desafiarse unos a otros a ver quién hace la pirueta más peligrosa. “Es imposible dormir por el ruido de los motores y los gritos” – señalan, agregando que “por más que llamamos a la Policía, se escapan cuando los ven llegar pero al rato vuelven a juntarse de nuevo…”. Otro vecino sumó su testimonio señalando que “cuando ellos hacen sus acrobacias nadie más puede hacer nada. Ocupan el espacio y hay que mantenerse lejos para no terminar aplastado”. Un automovilista apuntó finalmente que “verlos en la calle andar en una sola rueda te da escalofríos de solo pensar que si se caen de sus motos y uno les pasa sin querer el auto por arriba, después hay que pagarlos por nuevos…”.