Industria electrónica fueguina en alerta.
El delegado Pablo Ibáñez reclamó definiciones urgentes en la mesa técnica y advirtió sobre una posible reactivación del plan de lucha.
El delegado de la UOM Río Grande, Pablo Ibáñez, se refirió a la incertidumbre que atraviesa el sector electrónico fueguino ante la eliminación de aranceles a la importación de celulares prevista para enero de 2026, y cuestionó la falta de avances concretos en la mesa técnica convocada por el Gobierno nacional.
En diálogo con la prensa, Ibáñez recordó que, tras el anuncio del Gobierno, se inició un paro por tiempo indeterminado que incluyó nueve jornadas consecutivas y un paro general, lo que derivó en el compromiso de conformar una mesa técnica. “El 26 se reunirá la CAAE y luego volverá a convocarse la mesa. Si no aparece una propuesta concreta, volveríamos al plan de lucha”, advirtió.
El dirigente explicó que la apertura de importaciones afectaría directamente la continuidad de la producción local, y planteó la posibilidad de una prórroga del segundo tramo del decreto. “Lo que pedimos es un sinceramiento. La provincia tiene que reunir información, auditar a las empresas y exigir definiciones. Si no hay avances, al menos debe impulsarse una prórroga que dé garantías para sostener los puestos de trabajo”, sostuvo.
Ibáñez también cuestionó la falta de medidas por parte del Gobierno nacional. “Tienen una posición clara de apertura indiscriminada. No se ha definido ni la derogación ni la prórroga. Necesitamos decisiones políticas”, afirmó. Y agregó que las empresas deben transparentar sus márgenes y asumir parte del ajuste: “Gran parte de los costos están en la logística y con la Aduana nadie se mete”.
Finalmente, criticó los discursos optimistas: “El primer semestre de 2024 fue el peor de los últimos cinco años. Hoy trabajan 7.405 personas en la industria electrónica, y hay 1.800 menos que en 2023. Perdimos, por ejemplo, la producción de microondas, que abastecía el 100% del mercado nacional. Hoy el 95% es importado”.
Sobre el supuesto impacto positivo en los precios finales, fue contundente: “La experiencia con las notebooks demostró que la baja de aranceles no se traduce en precios más bajos. Hoy un aire acondicionado pasó de $380.000 a $400.000, y en Mercado Libre cuesta $1.200.000. La diferencia se queda en las cadenas de comercialización”.