Ante la ola de suspensiones en la fábrica Mirgor.
La senadora responsabilizó al Gobierno nacional y al legislador libertario por el impacto laboral derivado de la baja de aranceles a los celulares. “Quieren hacernos creer que es mejor importar celulares baratos que tener industria nacional” – sostuvo la parlamentaria.
La senadora nacional por Tierra del Fuego, Cristina López, criticó la suspensión de 300 trabajadores de la empresa Mirgor en Río Grande y responsabilizó directamente al Gobierno de Javier Milei y al legislador libertario Agustín Coto.
“A solo tres meses de la firma de un decreto nefasto para la industria fueguina, empezaron las suspensiones. Detrás de cada familia suspendida en Mirgor están las firmas de Milei y de Coto, uno de sus cómplices locales que aplaudió la medida y hasta dijo que iba a haber un ‘boom’ de ventas”, afirmó López.
La legisladora cuestionó además la defensa que el legislador local hizo de la reducción de aranceles. “Nos dijo en la cara que la baja de aranceles a la importación de celulares iba a beneficiar a 200 mil fueguinos. La verdad es que hoy ya perjudicó a 300 familias, y mañana serán miles más. Lo único que avanza en Tierra del Fuego es la desocupación”, sostuvo.
Para López, la justificación de la apertura comercial como “beneficio para los fueguinos” es una falacia que no protege ni a los trabajadores ni a la industria local. “Mientras 300 familias se quedan en sus casas sin trabajar, los libertarios hablan de ‘boom de ventas’ y de hacer de Tierra del Fuego un parque de diversiones”, dijo.
La senadora recordó que el Subrégimen de Promoción Industrial, amparado en la Ley 19.640, es una política de Estado que protege la industria fueguina. “Quieren hacernos creer que es mejor importar celulares baratos que tener una industria nacional.
La verdad es que cuando destruyen fábricas, destruyen trabajo y destruyen familias. Proteger nuestra industria es proteger nuestra soberanía”, remarcó.
La legisladora llamó por último a la unidad social y sindical para enfrentar lo que definió como “ajuste y desocupación”. “Vamos a luchar en el Congreso, en las calles y en cada fábrica. Porque lo que está en juego no es solo el abandono de una empresa: es el futuro de miles de familias fueguinas. Que lo sepan Milei y sus cómplices locales: Tierra del Fuego no se entrega”, concluyó López.