Escalada del conflicto en la Cámara Alta.
En una denuncia penal, la senadora por Tierra del Fuego, Cristina López, afirmó haber sido manoseada en sus partes íntimas y lesionada en su tobillo derecho, por personal de Seguridad cuando quiso acceder a la oficina cuya cerradura había sido cambiada días antes por orden de la vicepresidente Victoria Villarruel.

La parlamentaria nacional por Tierra del Fuego, Cristina López, presentó este lunes una grave denuncia contra personal de Seguridad del Senado de la Nación, a quienes acusa de lesiones, amenazas y abuso sexual, y que sitúa durante el forcejeo ocurrido en la puerta del despacho que sostiene haber ocupado desde el inicio de su mandato. El incidente tuvo lugar dos días después de su jura, en el marco de una disputa por la asignación de esa oficina.
Según el relato de la legisladora y de integrantes de su bloque, el conflicto se inició el pasado viernes, cuando la vicepresidente de la Nación y titular del Senado, Victoria Villarruel, habría dispuesto el cambio de cerradura, el fajado administrativo del despacho y el retiro de la placa identificatoria. En el interior de la oficina habrían quedado pertenencias personales de López, entre ellas su computadora portátil.
López cuestionó públicamente la decisión y la consideró un hecho de “extrema gravedad institucional”, al sostener que la medida vulnera “la autonomía del Poder Legislativo” y que ninguna autoridad puede impedir que un legislador acceda a su lugar de trabajo. Señaló además que existían acuerdos internos previos para que ese despacho fuera utilizado por una representante de Tierra del Fuego, arreglo que —según afirmó— había sido comunicado a la Presidencia del Senado antes de su asunción.
La parlamentaria relató que “el lunes por la mañana y ante la falta de respuesta de Villarruel durante el fin de semana” acudió al despacho acompañada por un cerrajero para recuperar sus pertenencias. Allí se encontró con personal de Seguridad que —según su denuncia— le impidió el ingreso y protagonizó un forcejeo que derivó en la actuación judicial.
En la presentación realizada ante la Justicia, la senadora afirmó que los efectivos patearon las herramientas del cerrajero, quien además habría sido obligado a retirarse por la fuerza mientras escuchaba la amenaza: “Te vamos a meter preso”. López sostuvo que en ese contexto fue arrojada hacia atrás y que resultó lesionada en su pierna derecha.
La denuncia incorpora también un elemento particularmente grave: la legisladora aseguró haber sido víctima de manoseos y tocamientos por parte de uno de los agentes. Describió que sintió “manoseos en los glúteos, en la zona pélvica delantera y entre las piernas”, además de percibir “la pierna de uno de los masculinos introducida entre las suyas”, lo que la llevó a manifestar que se sintió “ultrajada”.
Durante el episodio intervino asimismo el médico del Senado, Gustavo Apreda, quien dejó constancia de un hematoma de 5 por 3 centímetros en el tobillo derecho de la senadora y de dolores en el brazo derecho referidos por la parlamentaria.
La causa ya se encuentra en trámite y, según indicaron fuentes legislativas, la Justicia inició el requerimiento de imágenes, audios y testimonios para establecer responsabilidades.