Además de la sanción penal por instalarse por la fuerza en un edificio público, el cabecilla de la violenta toma del Municipio de Ushuaia, enfrenta ahora una causa por extorsión, luego de ofrecerle a los funcionarios retirarse del lugar a cambio de beneficios personales.
El irascible sujeto que mantuvo tomada la sede municipal por 24 horas, desde la tarde del lunes a la del martes último, fue filmado cuando traicionaba a sus propios compañeros de la “Cooperativa Mi techo, mi casa” y vecinos del asentamiento “Dos Banderas”. Convertido en youtuber, Fernández amenazó en un video a Diario Prensa Libre y a Crónicas Fueguinas: “Están muertos”, por contrariar su discurso mentiroso sobre falsos reclamos habitacionales, usando un pequeño niño como rehén de sus tropelías.
Después de pernoctar una noche la semana pasada, en la sede municipal de San Martín 660, el lunes último Lucas Fernández volvió a motorizar junto a un grupo de vecinos, una nueva toma en el edificio público municipal “Adolfo Cano”, en calle Arturo Coronado 486.
En esta ocasión la medida fue anunciada en tiempo real en la cuenta de Facebook de la cooperativa “Mi techo, mi casa”, a través de una filmación en la que el sujeto se mostraba a sí mismo ingresando a las instalaciones en actitud provocativa hacia el personal policial allí apostado. Una vez en la planta alta, Fernández de repente comenzó a gritar “¡me pegaron!” cuando su propio registro fílmico demostraba que en ningún momento había sido agredido. A partir de allí siguió con un discurso de falsa víctima, a gritos destemplados, exigiendo que se le suministrara a él y a quienes lo secundaban, comida, agua y el uso del baño. A través de la ventana se podía ver a un niño de muy corta edad, expuesto por los manifestantes a sufrir cualquier tipo de consecuencias si se hubiera producido un desalojo intempestivo.
Luego de largas horas en las que Fernández se dedicó a difundir videos en los que hablaba interminablemente con una foto del intendente Walter Vuoto colgada en la pared, comenzó a impacientarse cada vez más. En uno de sus videos amenazó repetidas veces a Diario Prensa Libre y a Crónicas Fueguinas: “Están muertos” se lo escucha decir, molesto por la publicación en esos medios de la filmación que mostraba su estado de exaltación y agresividad y de la imagen (bruleada) del niño en riesgo, advirtiendo de su situación.
Finalmente, el abogado Mauricio Neubauer, en su carácter de subsecretario de Asuntos Laborales y Gremiales, mantuvo una charla con Fernández, quien lejos de plantear reclamos legítimos de los integrantes de la cooperativa que lidera o de sus vecinos del asentamiento Dos Banderas, exigió a cambio de deponer la toma, prebendas personales.
“En orden de prioridad es Besla más siete nomás, eran 15. ¡15 era la lista original y se los bajé!. Saqué gente… estaba Suárez. Y cerramos. Acá ponele una aclaración: trabajo. Yo quiero solucionar lo mío loco, lo mío y listo y me quedo tranqui…”. Se lo ve en las imágenes de una cámara de seguridad y se lo escucha decir en alusión a sus propios vecinos del Dos Banderas.
Con el material probatorio, el Municipio se dirigió a la sede judicial para ampliar la denuncia hecha el día anterior por ocupación ilegal de un edificio público, esta vez por el delito de extorsión.
Alrededor de las 18, finalmente, la Policía detuvo a los cabecillas de la toma, identificados como Lucas Osvaldo Fernández, Leandro Antonio Alvarez y Oscar Alejandro Flores, en tanto las demás personas fueron instadas a retirarse pacíficamente de las instalaciones.
El niño, en tanto, fue asistido por una psicóloga y una asistente social del mismo Municipio en una oficina, y apartado de los pasillos por los que circulaba a los gritos Fernández provocando a los uniformados. También se hicieron gestiones para que recibiera pañales descartables limpios.
Vale destacarse que el delito de extorsión es reprimido por la Justicia argentina con penas que van desde los 3 a los 6 años.
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