La visibilidad era óptima, no había viento ni escarcha en la pista.
El viernes 1 de julio, alrededor de las 14.15, un avión de la empresa Fly Argentina se despistó unos mil metros fuera de la plataforma aérea del aeropuerto Ramón Alberto Trejo Noel, en momentos en que intentaba elevarse, estrellándose contra muros del predio militar, para terminar explotando. Fallecieron sus cuatro ocupantes.
Un avión Lear Jet 35 que había salido del aeropuerto de San Fernando, Buenos Aires, a las 8.45 del día viernes 1 de julio, realizado una escala en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia y arribado a Río Grande, Tierra del Fuego, explotó en momentos en que intentaba despegar de regreso, a las 14.15, desde la pista del aeropuerto Ramón Alberto Trejo Noel.
Con excelente visibilidad, en un día extrañamente sin vientos y con la plataforma libre de nieve y hielo, las condiciones eran óptimas y no permitían prever más que una maniobra de despegue tranquila para la aeronave en funciones sanitarias que se aprestaba a regresar en vuelo directo a su punto de partida. Pero no ocurrió así. Según explicó el director de Defensa Civil Municipal, Sebastián Aguila, el avión comenzó a carretear, se despistó de la plataforma de cemento por causas que aún no están determinadas, se desplazó unos mil metros a campo traviesa hasta impactar contra algunos de los muros de hierro emplazados en la zona militar aledaña al aeropuerto, para terminar estallando. El ruido de la explosión sobresaltó a los vecinos de Río Grande al igual que la altísima columna de humo negro que inmediatamente después se elevó en un cielo despejado, casi sin nubes.
Aguila destacó que “al momento de intentar despegar el avión se salió de pista y se terminó estrellando, falleciendo los cuatro tripulantes: piloto, copiloto, un enfermero y un médico”.
Aunque en una primera instancia se creyó que el Lear Jet se había precipitado a tierra, Aguila aclaró que “el avión no cayó, se despistó. No alcanzó a levantar la naríz y se estrelló. Entre la pista y donde está ahora, hay más de mil metros, los que carreteó hasta estrellarse contra unas paredes de hierro de la Base Aeronaval”.
Cabe destacar que al momento del siniestro la aeronave se encontraba con sus tanques de combustible llenos, listos para unir Río Grande con San Fernando, en donde la empresa propietaria tiene sus hangares.
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