El intendente planteó un panorama “muy triste” en la ciudad, luego del devastador incendio.
El intendente de Río Grande Gustavo Melella planteó un panorama “muy triste” en la ciudad, luego del devastador incendio desatado el martes, y sostuvo que la de ayer fue una jornada para brindar contención a todos los que se ven afectados. “Es triste por los trabajadores y sus familias, que pierden su lugar de trabajo, y triste por la empresa también, porque apostó a la ciudad y al desarrollo; también por los vecinos de las viviendas aledañas que hubo que evacuar, que salieron de urgencia con sus pertenencias y tuvieron perjuicios en sus casas”, señaló a la prensa.
“Esto se da en un contexto de desempleo que genera una tristeza permanente. Cuando uno ve el fuego, hay una tristeza e impotencia muy grande”, expresó, recordando una foto que repitió la experiencia de BGH cuando era Secretario de la Producción y “veía a los trabajadores mirando cómo las llamas consumían la fábrica. El martes la sensación fue la misma, pero en medio de la tristeza y la desgracia, hemos tenido la solidaridad de la gente, de todos los servidores públicos, la gente de Defensa Civil municipal, los bomberos voluntarios de la ciudad, los bomberos de la policía, la policía, tanto agentes provinciales como municipales se sumaron como voluntarios para llevar agua. En los momentos más duros surge lo mejor de nuestra gente y es algo para destacar”, subrayó.
Dentro de las medidas de contención, dijo que “ante noche alojamos en el albergue municipal, en Casa de María y en otros lugares, otros se fueron a casas de familiares o amigos, a todos se les repartió comida, colchones, frazadas, sábanas. Ahora viene todo un rastrillaje de las familias para ver si pueden seguir en las casas que los albergaron anoche, y nuevamente está preparado todo para repartir la comida”.
“Hubo todo un despliegue y estoy orgulloso de los servidores públicos que tenemos, tanto de la provincia como del municipio -reiteró-. Enseguida montaron la carpa los promotores de salud, fueron a las casas de los vecinos a ver que no falte nada. Por eso digo que, en medio de la tristeza y el dolor, uno rescata lo bueno”.
“Hay 80 personas afectadas en forma directa, más las indirectas. Hemos puesto a disposición de los trabajadores todas las herramientas que tenga el municipio. Hoy la tarea es darle el acompañamiento, en todo sentido, también desde lo psicológico porque se les viene el mundo abajo. Lo económico va a ser fundamental y hay que contener a todas las familias que han perdido la fábrica y las familias de los alrededores. Hoy es un día de contención, de ponerse a disposición y ver cómo podemos colaborar para que se vuelva a reconstruir”, planteó.
También prevé ayudar a la empresa, que perdió todo: “Había inversión, trabajo y mucho esfuerzo de parte del empresario y también hay que ver de qué manera se lo puede acompañar”, concluyó Melella.
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