Tierra del Fuego contra la voracidad del Tío Sam.
El gobernador de la provincia reaccionó de modo contundente ante el discurso de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, en el que contabilizó como propios de E.E.U.U los recursos naturales de América Latina, como el agua dulce, bosques, litio, cobre, oro y petróleo. “Ellos se creen cada vez más los dueños de lo nuestro”, disparó el mandatario criticando a la oposición y al mismo gobierno nacional “porque no se puede no decir nada ante un avasallamiento tan grande”.
Un sudor frío por la espalda y la adrenalina causando su efecto de alerta es lo que cualquier ciudadano de América Latina seguro siente al escuchar el breve pero temerario discurso de la mujer militar estadounidense que sin pelos en la lengua, sentenció hace unos días atrás: “Esta región nos importa. Tiene mucho que ver con la seguridad nacional estadounidense y tenemos que intensificar nuestro juego”.
De esta manera la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, vistiendo un uniforme cargado de estrellas en las charreteras, expuso sin eufemismos que el gobierno de Joe Biden no solo está muy interesado en los recursos naturales de América Latina sino que también está dispuesto a tomar, cuando lo considere necesario, un rol activo para obtenerlos.
De modo textual, Richardson pronunció las siguientes expresiones con algunas lógicas incongruencias en el texto traducido del inglés al castellano, aunque perfectamente entendibles en su sentido: “Si hablo de mi adversario número dos en la región, Rusia, quiero decir las relaciones con países como Cuba, Venezuela y Nicaragua con ese país. ¿Pero por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras. Tienes el triángulo del litio que es necesario para la tecnología actual. El 60% del litio del mundo está en ese triángulo integrado por Argentina, Bolivia y Chile. Tienes allí las reservas de petróleo más importantes, crudo, ligero y dulce descubierto en Guyana hace más de un año. Tienes los recursos de Venezuela también con petróleo, cobre y oro. Tenemos los pulmones del mundo en Amazonas. También tenemos el 31% del agua dulce del mundo en esta región. Quiero decir que es fuera de lo común. Tenemos mucho que hacer. Esta región importa. Tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que intensificar nuestro juego”.
La manera de referirse a los recursos naturales de los países latinoamericanos como si fueran de propiedad del país al que representa, con el uso reiterado de la expresión “tenemos”, causó en el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, el mismo efecto que el ruido de una explosión: “Mi primera reacción – manifestó al ser entrevistado por la prensa nacional – fue pensar que Richardson era una atrevida. Lo tuve que volver a leer, porque no podía creerlo. Es muy grave. Y lo peor es que son sinceros, lo que es una alerta mayor. Cuando lo dicen es porque han roto un montón de límites. Por eso se manejan con tanta libertad y se creen cada vez más dueños de lo nuestro. Es muy grave lo que vienen haciendo…”.
Como si la mujer de rostro inexpresivo anticipara un escenario futuro, real y similar al que recrea en la ficción la película Avatar, desde la provincia más austral de Argentina, aludida directamente por ser parte de uno de los países que integran el “triángulo del litio” junto a Chile y Bolivia, se hizo escuchar una voz de protesta que no solo se limitó a lo declarativo sino a exigir que ya sea la misma autora de las declaraciones o al menos el embajador estadounidense en nuestro país, pidan disculpas.
“Los países latinoamericanos no necesitan un tutelaje de sus recursos naturales. América no necesita de Estados Unidos para cuidar lo que es suyo. Los recursos naturales además, son de cada provincia y tienen que ver con el poder, con el desarrollo, con el futuro. El litio es de Argentina, como el gas, el petróleo, la pesca o el recurso natural que sea. Si está en nuestra región, es nuestro. Y eso tiene que ver con la soberanía“ – agregó Melella, con un imaginario cuchillo entre los dientes.
Sin medias tintas en su alusión a los funcionarios de Estados Unidos, Gustavo Melella también eligió palabras filosas para referirse a la pasividad de los propios. Apuntando a la oposición, reflexionó con ironía: “Es extraño que no hayan salido a decir nada. Hace unos días hicieron toda una operación por una seudobase China en el país, pero ahora resulta que ante esto no dicen nada… Con el silencio se nota que son empleados fieles”.
Y en lo que respecta a la falta de reacción del mismísimo Gobierno nacional, no dejó pasar por alto tampoco “la mojada de oreja” del Tío Sam a la celeste y blanca: “Lo cortés no quita lo valiente. Argentina, por más buena relación que tenga con Estados Unidos, no puede no decir nada frente a un avasallamiento tan grande…”.
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