Mi héroe anónimo

Mi héroe anónimo

En esta ocasión voy a desempolvar un momento de mi infancia; a tomarlo prestado del baúl de mis recuerdos para contárselo a ustedes.
Quiero presentarles a un personaje cotidiano en la vida de un alumno de primaria: al cocinero del comedor escolar.
En mi caso, por ser de una familia de recursos más bien bajos, me tocó la suerte de poder ir al comedor escolar de mi querida escuela Nro 16 Dr. Arturo Mateo Bas. Y digo suerte porque uno de pibe no dimensiona lo que tiene, lo que no, ni el esfuerzo de los viejos…
Yo era feliz yendo una hora antes a la escuela a juntarme con esa banda de forajidos que eran mis amigos.
En ese lugar, entre cáscaras de mandarinas que viajaban de mesa en mesa, como salidas de un mortero, semillas trazantes en guerras improvisadas y olor a sopa de verduras calentita, conocí a Herminio…¡el hombre encargado de alimentar a las bestias!!!
Desde el primer momento se lo podía percibir como una persona que transmitía paz. La serenidad de su mirada y el tono de su voz, hacían que uno lo sintiera como un tío o como alguien muy familiar.
Siempre era un gusto saludarlo y era muy tranquilizante saberlo cerca porque cuando Herminio estaba, no había peligro que temer.
Con el correr de los años fui creciendo y un día egresé de la primaria. Nunca más fui al comedor y nunca más sentí el olor a «esa» sopa de verduras. Así fui perdiendo contacto con los forajidos y con Herminio.
Es que en la vida uno a las personas las quiere y aprecia por algo más que no se explica.

Rulo” Gajardo

Un día en un desfile lo volví a ver de lejos… era Herminio. Llevaba puesta una campera de cuero marrón llena de medallas en el pecho. Tenía la paz de siempre en la mirada y aunque nunca me había dado cuenta de chico, era una chispa de tristeza lo que lo hacía parecer sereno. Recién ahí me percaté de que mi héroe anónimo era un veterano de Malvinas… Alguien que seguro cuidó en el Irizar a un montón de jóvenes, como nos cuidó a nosotros en la escuela.
Hoy lo vi de nuevo haciendo trámites y sentí un profundo orgullo por conocer a personas como él. Mi emoción es tan grande que sobrepasa lo que pueda transmitir con palabras.
Herminio Rossoli es un héroe de guerra y un orgullo nacional.
Hoy le pongo nombre y apellido para que estas líneas puedan llegar a él con mi eterno agradecimiento.


Edición:

Diario Prensa
Noticias de:  Ushuaia – Tolhuin – Río grande
y toda Tierra del Fuego.

https://www.diarioprensa.com.ar