Un fueguino hijo de antiguos pobladores.
El miércoles 28 de septiembre, dejó de luchar por su vida, Luis “Lolo” Cárdenas, a los 53 años de edad. Desde hace muchos meses que se encontraba en Buenos Aires, intentando ganarle a un cáncer de médula que por momentos pareció arredrar pero que terminó por imponerse a sus ganas de seguir adelante, pese a cualquier dolor físico.
Su partida física determinó que el Municipio de Ushuaia decretara un día de duelo a modo de homenaje a su aporte a la institución y a la comunidad. Luis Alberto Cárdenas, de profesión arquitecto, ocupó en ese organismo, desde el año 2000 al 2007 el cargo de Director de Obras Privadas; en los períodos 2007 al 2011 y 2011 al 2015 cumplió dos mandatos como concejal por el PFF – Partido Federal Fueguino – y el PAR – Partido Arraigo y Renovación – junto a los ediles Damián De Marco, Mario Llanes, Oscar Rubinos, Viviana Guglielmi, Silvio Bocchicchio y Walter Vuoto, entre otros; desde 2015 al 2018 fue presidente del Instituto Provincial de Vivienda; en febrero de 2018 asumió como secretario de Obras Públicas del Gobierno de Tierra del Fuego, durante la gestión de la ex gobernadora Rosana Bertone; en agosto del mismo 2018 comenzó a ocupar la titularidad de la Subsecretaría de Plan Estratégico en la Municipalidad de Ushuaia y finalmente la Coordinación de Enlace Institucional Municipal.
“Lolo” nació el 5 de noviembre de 1968 y era considerado “un fueguino de pura cepa”, hijo de don Luis Cárdenas, uno de los primeros docentes de la localidad de Tolhuin, en tiempos del Territorio Nacional y de doña Teresa “Tita” Cárdenas, también ligada a la docencia como auxiliar administrativa en la vieja escuela técnica nacional Nro. 1 sita en la calle Juan Manuel de Rosas (en esa época Triunvirato), luego devenida en la actual Escuela Técnica Nro. 1 “Olga Bronzovich de Arco”, y trasladada a la calle Gobernador Paz.
En honor a la verdad, “Lolo” se fue a la tumba con el inmenso dolor que lo acompañó durante décadas: su tierra, su gente, la Justicia fueguina, nunca pudieron darle el consuelo de saber quién mató de manera cruel e impiadosa a su mamá, el 30 de noviembre de 1996, en su casa de la calle Don Bosco. Y aunque él nunca perdió la esperanza de saber la verdad, hoy ese y otros crímenes están en la cuenta de pendientes de la historia judicial territorial y provincial.
Sus familiares informarán oportunamente la fecha y el horario en que podrán ser despedidos sus restos mortales.
Que descanses en paz, querido “Lolo”. Siempre serás recordado por tu bonomía, resiliencia y calidad de persona.
Diario Prensa
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