La jornada de juicio se caracterizó por la emotiva declaración del imputado, quien le pidió perdón a la familia del joven que atropelló la noche del 28 de octubre de 2021, en Río Grande.
Germán Sopena está acusado del delito de “homicidio culposo agravado en concurso real con lesiones agravadas”, por haber atropellado y matado a Santiago Liquín, de 17 años y causado fracturas a Matías Berger, de la misma edad.
El Tribunal de Juicio en lo Criminal dio inicio el martes 14 de mayo, al debate oral y público que busca determinar la responsabilidad penal del vecino de Río Grande identificado como Germán Alfredo Sopena, quien está acusado del delito de “homicidio culposo agravado en concurso real con lesiones graves agravadas”.
Como se recordará, Sopena circulaba en su SUV Dodge Hourney, chapa patente LFC 269, de color azul metalizado, la noche del 28 de octubre de 2021, cuando atropelló a Santiago Liquín y a Matías Berger, dos jóvenes de 17 años de edad que caminaban rumbo a una serenata estudiantil que se estaba realizando en el Cono de Sombras, causándoles lesiones que derivaron en muerte, en el primer caso y en fracturas, en el otro.
El luctuoso siniestro vial ocurrió en las arterias San Martín y Almirante Brown y se produjo en circunstancias en que Sopena se dirigía a su domicilio.
Al inicio del debate, el imputado, actualmente en libertad, manifestó en la indagatoria su profundo pesar por el trágico suceso. Ante los jueces dijo que esa noche era su cumpleaños y que solo había bebido un vaso de cerveza porque debía llevar a sus hijos a la casa de su ex pareja. Negó también que hubiera ido a exceso de velocidad, señalando que iba a marcha prudente y muy tranquilo. Sopena insistió ante los magistrados en no haber visto a los adolescentes cruzar la calle y en medio de lágrimas, evocó que solo recuerda haber visto los pies de uno de ellos impactar contra el parabrisas. Agregó también que ni bien se percató de lo que había pasado, descendió de su rodado y se abocó a prestarle ayuda a los dos chicos y a llamar al servicio de emergencias.
El imputado rompió en llanto cuando se dirigió a los padres del joven fallecido, Santiago Liquín, quienes lo habían increpado en un momento del debate. “Esta es una tragedia para Santiago, para ustedes y para mí”, sostuvo. El hombre de 45 años de edad y padre de dos hijos se dirigió a los familiares de la víctima fatal y les dijo en tono desesperado: “Les pido perdón. Yo no soy un asesino”.
En otra instancia del juicio el joven sobreviviente, Matías Berger, hizo un breve relato de lo sucedido y recordó que caminaban juntos con Santiago en dirección a la serenata estudiantil, en donde pensaban reunirse con sus compañeros, cuando fueron atropellados.
La madre de Santiago Liquín, a su turno, evocó las horas previas al siniestro vial y mencionó que su hijo falleció en el Hospital Regional Río Grande a las 3.50 del 29 de octubre, con diagnóstico de traumatismo y laceración cerebral.
El Tribunal encargado de impartir justicia en este hecho está integrado por los jueces Juan José Varela, Verónica Marchisio y Pedro Fernández; el Ministerio Público Fiscal está representado por el letrado Ariel Pinno, la Defensa por el abogado Fernando Lapadula y la querella por el profesional Francisco Ibarra.
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