Sólo el 30% del mercado es abastecido por 0 km producidos en el país, pero hay terminales que llegan a importar más del 80% de lo que venden. Los «made in Argentina» no cubren demanda.
Ante esta situación, empresarios del sector estiman que si se reduce la oferta de modelos importados, tendrán que modificar las proyecciones de mercado para este año. Hasta el momento, en las empresas estiman que se puede llegar a un volumen de 250.000 unidades, un número ya bajo (en 2019 fueron 460.000). Sin embargo, con una reducción de la oferta de autos importados, los patentamientos podrían caer a 200.000.
Para entender esta situación basta analizar cómo se compone la cartera de vehículos de cada automotriz que produce en el país. La que muestra el mix más equilibrado es Toyota. Entre los modelos nacionales Hilux y SW4 se concentra el 50% de sus ventas. El resto son modelos importados, como Etios, Yaris, Corolla, entre otros. En marcas como Volkswagen, Citroën, Nissan, la venta de los vehículos nacionales es de sólo 20%. En el caso de Chevrolet cae al 12% con su Cruze “made in Argentina”. De hecho, los autos más vendidos son de segmento chico e importado. La excepción es la pickup Hilux.
“Pensar que si se restringe el ingreso de autos importados, la gente se va a volcar a los nacionales es no entender cómo funciona el negocio”, dijo otro empresario. Esto se debe a que hay una diversidad muy grande de segmentos, calidades y características de los vehículos.
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