Los partos planificados en domicilio representan el 1% de los alumbramientos en el país. La gran mayoría se da en Ciudad y Buenos Aires.
Actualmente el licenciado está asistiendo dos partos por semana, cuando su estadística normal era de un domiciliario cada siete días. Para él, esta elección de las familias tiene que ver con “algo ideológico”. En ese sentido, mencionó entre las razones el “sentirse segura en el domicilio; sentirse preparada para hacerlo; considerar al embarazo y al parto como algo fisiológico y natural y darle el mejor de los recibimientos a sus hijas y a sus hijos en ese ambiente tan íntimo”.
Sin embargo, también reconoció que “hay un porcentaje de familias que llegan por cómo están trabajando hoy en día las instituciones, para evitar la violencia obstétrica”. En la misma línea, al citar la Ley nacional 25.929 de Parto Humanizado destacó que “el parto respetado no es una modalidad sino que es una ley, no es algo que podemos elegir o no elegir”.
“Tengo la tranquilidad de no haber sometido a mi hijo a prácticas invasivas», dijo Flor Carrozza
Saraceno señaló entre una de las características principales del parto en domicilio: “Allí somos los profesionales los que nos adaptamos a esas familias, siempre siguiendo protocolos”, a diferencia de las instituciones, donde “las mujeres se adaptan a lo que los profesionales quieren y necesitan”.
Julieta Saulo, presidenta de Las Casildas y coordinadora de la Asociación Civil Argentina de Puericultura, coincidió en las bondades de parir en casa: “Es un modelo de atención perinatal que está basado en la evidencia científica y que está actualizado”. “El parto planificado en domicilio está avalado por la OMS, pero el tema es que hay un montón de prejuicios. La OMS dice que la mujer debería dar a luz en el lugar donde ella se encuentre segura y en el nivel de asistencia más bajo posible”, aseguró.
Saulo afirmó que “el modelo médico dominante se escinde desde otra perspectiva absolutamente opuesta: se patologiza el proceso de parto, preparto y posparto de manera sistemática. Por eso las cascadas de intervenciones y el nivel de violencia no sólo sobre la mujer que pare sino sobre el niño que nace. Por otro lado, otra diferencia tiene que ver con el protagonismo de la mujer. La mujer, sus decisiones y demás están en el centro de la escena, y eso no sucede en la gran mayoría de los partos que suceden a nivel asistencial”.
Al igual que Saraceno, resaltó que “el parto planificado en domicilio no niega la existencia de la institución ni de la ciencia; al contrario, se apoya en ella para garantizar la seguridad y la mejor atención posible de cada familia”.
Parir en casa, en primera persona
Flor Carrozza volvería a elegir un parto planificado en domicilio
“Elegí parto planificado en domicilio porque tenía mucha información acerca de las intervenciones no necesarias que hacen en las instituciones médicas y me daba mucho miedo por el bebé que viniera y por mí”, contó a este medio Flor Carrozza, quien a los 35 años se convirtió en madre en la intimidad de su hogar.
“Fue impecable esperar mi tiempo físico, sin apurar nada. Salió todo perfecto: no tuve ningún corte, ninguna secuela. Fue un momento muy potente en mi historia personal y familiar”, aseguró la mujer que junto a su compañero volvería a repetir la experiencia, aún con la negativa del resto de la familia.
Carrozza resumió así lo más importante de su decisión: “Tengo la tranquilidad de no haber sometido a mi hijo a prácticas invasivas y dolorosas en sus primeras horas de vida”. “Volvería a elegirlo sin dudarlo”, concluyó.(Ambito)
Diario Prensa
Noticias de: Ushuaia – Tolhuin – Río grande
y toda Tierra del Fuego.