Mañana viernes se presentará en sociedad el segundo libro de un escritor fueguino, arquitecto y apasionado de los aviones.
“Revuelos”, el segundo hijo literario recién nacido de David Pavlov, invita a hacer un vuelo turbulento e imperdible en el que se promete acción, terror, suspenso y una mirada aguda y crítica sobre cómo los gobiernos y sus funcionarios corruptos inciden en la vida de los ciudadanos.
David Pavlov nació en un helado junio de 1961 en el pequeño pueblo de Ushuaia, pero las cosas de la vida lo llevaron a transcurrir sus primeros 28 años en la casa materna, en la provincia de Buenos Aires. Por esa razón debió volar muchas veces a su ciudad natal para visitar a su papá, lo que lejos de significar un trastorno implicó el desarrollo del gusto por los viajes aéreos y por las máquinas voladoras que vez tras vez lo transportaban a la isla.
“En la década del 60 los viajes eran eternos debido a las escalas que hacían los turbohélices. Aunque esporádicos, tengo todavía algunos recuerdos de los comercios y de los diferentes lugares donde por pocos días me tocaba vivir. El Gran Parque Hotel, era uno de ellos. Recuerdo el intenso olor del café matinal mezclado con el del kerosene de las estufas, los crujientes pisos de madera, y una especie de mirador con vista al Canal Beagle. Todavía conservo en mi memoria la imagen de los automóviles de esa época. Volvos, Impalas, Belair, y un par de minibuses que circulaban trayendo pasajeros desde y hacia el aeropuerto viejo y que no pasaban desapercibidos. Uno de los lugares en donde viví temporalmente fue un aserradero que estaba ubicado en el predio que hoy ocupa el supermercado Carrefour. Era una casita verde rodeada de rollizos y tirantes que junto al Bedford de mi padre, determinaron que en mi memoria, el aserrín formara parte de otro de los olores imborrables de mi infancia” – comenzó diciendo el escritor en diálogo con Diario Prensa Libre, en un regreso al tiempo en que comenzó a interesarse por la escritura.
“En el último año de la facultad, en 1987, la computadora no era un objeto que estuviera en cualquier hogar; la escritura manual y la biblioteca, eran las herramientas para estudiar por excelencia. En realidad me di cuenta que tenía cierta facilidad para la escritura porque a mis docentes les gustaban los trabajos prácticos que les presentaba. Sin embargo no le presté demasiada atención. Cuando gerencié el Café de la Esquina (- histórica confitería construida en chapa y madera ubicada en la esquina de San Martín y 25 de Mayo -) me di cuenta que la escritura es un arma fundamental para combatir la burocracia. Luego, en 2008 llegó el momento de cerrar el bar, y también la oportunidad de narrar historias que dieron espacio a mi primer libro: Mesa 20, publicado en marzo de 2011. La carrera de Diplomatura Universitaria en Docencia que terminé de cursar hace poco en la UTN, y los reconocimientos de los docentes de las materias que cursé, me impulsaron a generar un nuevo proceso de escritura que dio origen a Revuelos” – continúa evocando David Pavlov.
Las características de su segunda y recién nacida obra – los ejemplares salieron de la imprenta el martes último – el entrevistado las describe así: “Este texto a diferencia del anterior cambia la temática y está muy trabajado y corregido por profesionales. Creo que va a llegar al público un producto muy bien elaborado. Son cuatro cuentos y un relato muy intensos que creo que les van a interesar tanto a aquellos que les gusta la aviación como a los que no. En síntesis este libro propone viajar a cinco destinos con el objetivo de descubrir a través de diferentes situaciones de terror y de suspenso, algunos hechos de corrupción verídicos… Algunas partes están ficcionadas y se entremezclan con las reales, porque ya se sabe que la realidad muchas veces supera la ficción. Y esto lo sabemos y sufrimos los ciudadanos. Uno de los cuentos precisamente muestra a un personaje que traduce lo que la comunidad ve en sus políticos. El cuento es breve pero muy fuerte, y no es recomendable que sea leído por los políticos. Es más, yo les recomiendo a los políticos que no lo lean…”.
El libro está fuértemente emparentado con un siniestro aéreo que quedó grabado a fuego en la memoria del escritor, al punto de ser capaz de describir con lujo de detalles qué ocurrió antes, durante y después del despiste del Fokker F 28 en la corta plataforma de aterrizaje del viejo aeropuerto, hace 34 años atrás: «La vivencia a bordo de un F 28 de Aerolíneas Argentinas lo narro como pasajero, como alguien a quien le apasiona volar y escribir. Todo eso me permite contar con algunos fundamentos para narrar lo acontecido. Aclaro que no me arrogo el derecho de emitir una opinión técnica porque no soy perito ni un técnico especializado en aeronáutica. No obstante, sí me atrevo a esbozar algunos conceptos sobre lo que a mi criterio fueron los factores que incidieron en lo que pasó. No estoy interesado en que se habra una nueva causa o se inicie otra investigación, pero sí en que lo ocurrido quede documentado e inscripto en la tradición oral y escrita, porque es un hecho que ocurrió en nuestra ciudad y que después se tradujo en otros siniestros peores, lamentablemente”.
Finalmente, el autor de «Revuelos» agradeció “a toda la gente que me apoyó y también a quienes fueron valiosa fuente de consulta para que los cuentos tuvieran un sustento desde el aspecto técnico, más allá de la ficción. En primer lugar este libro está dedicado a toda mi familia y a todos los que colaboraron para que el proyecto se hiciera realidad. También a mis amigos y al Aeroclub Ushuaia, a quien le brindo mi agradecimiento, respeto y reconocimiento como institución pionera que es de nuestra ciudad. Y a todos sin excepción los invito a un vuelo imaginario a través de la lectura del libro, deseando de corazón que disfruten minuto a minuto la travesía por sus páginas tanto como yo disfruté al gestarlo. ¡Buen viaje!”.
Diario Prensa
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