Piden a la Justicia que la nena J no sea entregada a sus padres

Piden a la Justicia que la nena J no sea entregada a sus padres

La niña de 2 años sobrevivió al incendio en el que murieron sus tres hermanitos.

Vecinos de Andorra, docentes de la escuela 47, efectivos policiales y agentes sanitarios coincidieron en señalar su preocupación por el futuro de J, la nena que el 11 de febrero fue internada con quemaduras de segundo grado. La pequeña salvó milagrosamente su vida porque fue rescatada por dos policías de la casilla en llamas en donde sus hermanitos de 4, 8 y 9 años de edad murieron calcinados, luego de ser dejados solos y encerrados con llave por sus padres.

Piden a la Justicia que la nena J no sea entregada a sus padres

El día viernes 11 de febrero, alrededor de la 1 de la madrugada, fallecieron en Ushuaia, los hermanitos René Yuthiel Gutiérrez, de 4 años de edad; Bastian Ezequiel Araujo Molina, de 8 años de edad y Jazmín Ayelén Araujo Molina, de 9 años de edad. Sus restos fueron despedidos recién el lunes 14 de febrero, después de ser sometidos a una autopsia que confirmó que la causa de las tres muertes se debió al incendio que tuvo su punto de inicio en una pantalla a gas que se habría desprendido de la pared de la habitación en la que los chicos dormían. J., de 2 años, por algún motivo que se desconoce, caminó desde el fondo de la casilla en donde estaban sus hermanos hasta la habitación frontal y cayó semi desvanecida por las graves quemaduras sufridas y el humo caliente y tóxico inhalado. Sobre el suelo la encontraron el cabo Juan Manuel Pinto Silva y la agente Andrea Gisela Enciso, de la Comisaría 5ta, quienes habían visto a la distancia la columna de humo elevarse en el cielo y sin dudarlo corrieron hasta la vivienda a prestar auxilio. Junto al vecino Axel Estrada patearon la puerta cerrada con llave y la salvaron de una muerte segura. J estaba en estado de shock, tenía espuma en la boca y vestía solo una remerita corta, sin ropa interior. Su cuerpito tenía quemaduras en rostro, cabeza, brazos y piernas.

Indignación social

El incendio que se llevó la vida de los tres chicos y casi la de J., causó una profunda conmoción pública y especial dolor a los vecinos de Andorra: “Los chicos no debían estar ahí. Sufrían malos tratos físicos y psicológicos, lo veíamos todos. Hace mucho que debieron haber sido rescatados y entregados a una familia sustituta. La Justicia de Menores falló” – sentenciaron.
Los padres de la nena tenían una prohibición judicial vigente de acercamiento entre ellos al momento de los hechos, por las constantes y violentas peleas que protagonizaban y admitieron haberse ausentado del domicilio dejando solos a los niños, con dos hornallas y una pantalla de gas, encendidas y la puerta cerrada con llave.
Personal policial de la División Policía Científica efectuó la revisión de escombros para determinar fehacientemente cómo comenzó el fuego en la vivienda sita en Natalie Goodal 2130. “El inicio de ígneo se dio en la habitación matrimonial emplazada en la parte posterior, donde se advirtió gran acumulación de elementos combustibles, siendo la zona de mayor afectación. En el examen de esos restos combustibles no se percibieron aromas a hidrocarburos o líquido acelerante de combustión, que tuviera injerencia en el hecho”, reveló la pericia. Y aunque se descartaron indicios de criminalidad, los padres fueron notificados de derechos y garantías procesales.
En comunicación con Diario Prensa Libre, vecinos del lugar que pidieron reserva de sus nombres “porque esta gente es muy conflictiva y violenta”. Afligidos pidieron hacer público su desconsuelo “porque esos chicos no tenían que estar ahí. Hace mucho que debieron estar con familias sustitutas, sin sufrir lo que sufrían todos los días. Inclusive estuvieron los más grandes un tiempo con la abuela porque ella misma los denunció al ver a sus nietos en tan mal estado. Pero la Justicia después se los sacó porque no vivían tampoco mejor con ella. Los dos padres tienen severos problemas de adicciones pero aunque eso es vox populi, la Justicia de Menores parece que nunca tuvo eso en cuenta. Y no solo vivían siempre expuestos a la violencia sino que muchas veces la madre nos pedía para darles de comer. Ella decía que percibía la AUH – Asignación Universal por Hijo – y que tiene un plan Red Sol, además del sueldo de la pareja que trabaja en Agrotécnica Fueguina, pero así y todo decía que no tenía plata para comida”.
Consultados sobre las razones por las que deseaban hacer conocer estos datos, los vecinos respondieron que “todavía confiamos en que la Justicia haga algo ahora por la nena que quedó. Por René, Bastian y Jazmín ya nada se puede hacer, pero por J., sí. Nosotros sabemos que el caso de los chicos lo llevaba el juez Marco Mellién y su secretaria Julia Barceló, pero ya demostraron su ineficiencia. Esta pareja desde hace años viene golpeándose, peleando, con patrulleros siempre yendo y viniendo y con gravísimas adicciones. ¿Qué esperaban estos funcionarios judiciales que pasara? Todos sabíamos que esto de una manera u otra iba a terminar mal. Y lamentablemente así fue. ¿Va a ser J., la próxima?. Alguien tiene que interceder por ella porque ahora está en el hospital internada y los médicos la cuidan, pero ¿y después…?”.


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