Vecinos se agolparon frente al edificio en el que se domicilia en planta baja un hombre denunciado por violar presuntamente a una niña de 12 años, que con su familia vive en el último piso.
Una gran cantidad de vecinos se congregaron en el frente de uno de los edificios del barrio Chacra 4, en la ciudad de Río Grande, para exigir que un hombre de apellido Orbez, que se domicilia en la planta baja y que fue acusado por una de sus vecinas del último piso, de haber violado a una niña de 12 años, fuera retirado del lugar. Otros, pretendían directamente acceder al domicilio del acusado, en donde vive con su familia, para lincharlo.
Orbez había sido autorizado a viajar a la localidad de Tolhuin para residir un tiempo con su hermano, un pastor evangelista de esa localidad, por el juez interviniente en la causa, Pablo Candela. El traslado tuvo lugar luego de que la madre de la menor denunciara que su hija había intentado quitarse la vida después de encontrarse varias veces en las escaleras con su presunto abusador.
Al término de dos días de protestas de los vecinos de Tolhuin frente a la vivienda en la que el imputado residía, la Justicia volvió a autorizar a Orbez a que se desplazara de regreso a su domicilio en Río Grande, en donde muchas personas se presentaron para repudiar su presencia y para intentar “hacer justicia por mano propia”.
En medio de un clima de gran tensión, agresiones verbales, piedrazos hacia la Policía y disparos de pelets de gas pimienta hacia los manifestantes, los efectivos lograron burlarlos y sacaron por los fondos a Orbez, para llevarlo a un lugar desconocido dentro de la misma ciudad.
A la irracionalidad del proceder de muchos de los presentes en el lugar, quienes tildaban al sujeto de violador y pedófilo pese a que ni siquiera fue llamado a prestar declaración indagatoria, ni existen todavía elementos que hayan decidido su detención preventiva, se sumó la disconformidad del personal policial que sufrió en carne propia las idas y venidas de la decisión del magistrado. Después de permanecer un tiempo que pareció interminable frente a los manifestantes, muchos de los cuales no llevaban barbijos colocados y gritaban muy cerca unos de otros, los efectivos recibieron piedrazos que arrojaron como saldo el de dos de ellos heridos.
Es de destacar que pese a haber sido retirado del lugar el acusado, la situación continuó caldeada frente al monoblock de la calle Garibaldi al 3100, en donde quedaron además varios patrulleros con sus parabrisas y ventanillas rotos. El frente de la vivienda de Orbez también resultó afectada por los piedrazos y por otros daños causados adrede, encontrándose actualmente el mismo custodiado por efectivos policiales, con el fin de resguardar la integridad de las personas que allí residen.
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