LA MADRE Y LA HERMANA DE UN MUCHACHO QUE FUE AGREDIDO POR UN GRUPO DE HOMBRES Y MUJERES, EXIGEN “JUSTICIA Y QUE SE APARTE DE LA INSTITUCION AL EFECTIVO POLICIAL QUE INICIO LA PELEA”.
Una fiesta de cumpleaños a la que concurrieron alrededor de 50 personas, de las cuales 10 eran niños, realizada en el quincho del Sindicato de Camioneros, sito en la esquina de las calles Acigami y Marcelino Jeréz, terminó de una manera violenta. En ese lugar, se suscitó una discusión que luego se transformó en una pelea a golpes de puños y patadas y en la que intervinieron varios hombres y mujeres, damnificando a uno de los invitados, identificado como Luciano Agustín Villalón, de 19 años de edad.
Angela Villalón, madre del joven agredido y su hermana Paula, se acercaron a la redacción de Diario Prensa para pedir “que se haga Justicia” y relatar las circunstancias en que Agustín terminó en la guardia del Hospital Regional Ushuaia, con politraumatismos.
Las dos mujeres responsabilizan de lo ocurrido al efectivo policial Cristian Alex Zeniquel, de 26 años de edad, por considerarlo el precursor de la riña en la que el muchacho sufrió múltiples lesiones: “Mi hijo no sale a la calle porque anímicamente está bastante mal. Hace una semana que ocurrió esto pero continúa muy dolorido, con hematomas por todo el cuerpo. El viernes último se arregló la dentadura porque le quebraron dos dientes” comenzó señalando su madre.
A su vez, Paula relató que “todo comenzó en el cumpleaños de las mellizas Micaela Ayelén y Florencia Nelli. Como el festejo era a la canasta nosotros contribuimos con varias botellas y cuando nos íbamos, como hace todo el mundo, le pedí a mi hermano que fuera a buscar algunas para llevarnos. Entonces una chica, Silvia Gawel, increpó a Luciano reprochándole que se llevara la botella y le pegó una piña en la cara, pese a que él tenía a su sobrinita en brazos. Lo acusaban de haber querido llevarse una bebida cuando nosotros mismos las habíamos aportado para contribuir. La verdad es que estábamos en una esquinita del salón, como si fuéramos sapos de otro pozo. En el medio estaban bailando las chicas y alrededor de la parrilla se agrupaban todos los varones. De ese lugar salía un fuerte olor a marihuana. Mi hermano me contó que en un momento en que fue a buscar una lata de cerveza lo vio al policía Zeniquel con un porro en la mano, tomando”.
Por otra parte, Angela recordó esa madrugada cuando alertada por una persona amiga, debió acudir de urgencia al quincho en el que se encontraban sus hijos y nietos, supuestamente disfrutando de una fiesta de cumpleaños.
“Cuando yo llegué al lugar me encontré a mis nietos que estaban en un auto llorando desconsolados porque habían visto cómo le pegaban a su tío hasta dejarlo todo ensangrentado. Cuando me avisaron yo justo me estaba yendo a trabajar – soy personal de seguridad de la empresa Avic – y tuve que avisar que iba a llegar más tarde. Cuando llegué vi a mi hijo cubierto de sangre y con un ataque de nervios, muy alterado. Inclusive aun estando los policías ahí estas personas le seguían pegando. Todavía no se cómo yo misma no terminé recibiendo una trompada o una patada porque estaba junto a él tratando de calmarlo y de protegerlo. A mi hijo lo llevaron al hospital porque tenía tal ataque de nervios que nadie lo podía parar. Además no voy a negar que se encontraba alcoholizado al igual que todos los que estaban en esa reunión”.Consultadas las dos mujeres acerca de lo que pretenden lograr, Paula Villalón respondió: “Mi hermano está muy mal y tiene mucho miedo de que todo esto quede en la nada. No queremos que todos los agresores armen algo en contra nuestra por eso pedimos a los vecinos a ver si alguien puede aportar filmaciones de cámaras exteriores. Nosotros lo que queremos es que se haga Justicia y que a Cristian Zeniquel lo echen de la Policía. No puede ser que un policía que se supone tiene que estar capacitado para estar en contacto con la comunidad y que trabaje en un sector como Servicios Especiales, en donde se realizan tareas en la calle, proceda así. El fue el precursor de todo y después se le sumaron los demás. Queremos también que Zeniquel no se acerque nunca más a Agustín. El tiene miedo de salir a la calle solo, por eso le vamos pedir a la jueza que libre una orden de restricción de acercamiento porque ese policía y todos los demás son gente muy peligrosa”
Angela Villalón destacó asimismo que “resultaba increíble ver a las mujeres alcoholizadas y muy violentas. Gisela Daiana Velazco Tureo, una de las agresoras, ya había tenido un problema conmigo hace un par de años cuando me pegó en la casa de la suegra de mi hermana y aunque la denuncié acompañando el certificado médico, todo quedó en la nada. Por eso espero que en esta oportunidad no ocurra lo mismo y que la Justicia se ocupe. También queremos que entre todos los denunciados paguen el arreglo de los dientes de mi hijo, que no fue nada barato. El además está muy dolorido, particularmente en la zona del maxilar. Pobrecito como lo dejaron…”.
Acerca de la imputación a otras personas involucradas, ambas mujeres señalaron que “si bien el problema comenzó entre Zeniquel y mi hermano, en una discusión mano a mano, después se le sumó Lucas y Gonzalo Nelli y los demás. Gente adulta inclusive, como Tily Sanchez que tiene cuarenta y pico de años y Hernán Rodrigo Pintos, que no se cuántos años tendrá pero que también es una persona grande, actuaron con alevosía”.
Finalmente, consultadas acerca de cómo fueron atendidas en la dependencia policial cuando se presentaron a radicar una denuncia en contra de un miembro de la institución, Paula Villalón respondió satisfecha: “Mi hermano radicó la denuncia y yo lo acompañé. La verdad es que fue muy buena la atención en la Comisaría 1era., hay que decirlo. Cuando les pregunté por qué no evitaron que le continuaran pegando a mi hermano cuando llegaron al lugar me explicaron que al haber tantas personas ellos quedan en inferioridad de condiciones y que si se meten pueden terminar lastimados. No obstante nosotros vamos presentarnos en el Juzgado para seguir pidiendo Justicia y para que todo esto no quede en la nada”.
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