Se trata de un caso sin precedentes en la historia judicial de Tierra del Fuego.
Los dos médicos permanecieron prófugos luego de ser absueltos en una causa vinculada al ejercicio de su profesión en un juicio que fue anulado. El abogado que los representó, Francisco Giménez, dijo a Diario Prensa Libre: “Estoy tranquilo con la tarea realizada. Se evitó una condena injusta”.
Fue finalmente dictada de manera oficial por la Justicia de Tierra del Fuego, la prescripción de la causa que tenía como imputados a los médicos Raúl Jerónimo Rausch y Juan Carlos Martinez Montenegro , pese a haber sido considerados inocentes de culpa y cargo en un juicio que extrañamente fue anulado.
Uno de ellos ya se mostró en el día de ayer en las calles de la ciudad de Río Grande, en tanto el otro lo hará en los próximos días. Ambos permanecieron ocultos, uno dentro de la provincia y el otro, fuera, durante el tiempo que fue necesario para que se produjera la prescripción de la elevación a juicio del expediente en el que estaban imputados de “lesiones gravísimas culposas”.
Aunque los dos profesionales fueron juzgados y se determinó su inocencia, la Justicia realizó gestiones que terminaron por anular ese juicio, y los convocaron para un segundo a realizarse en el mes de febrero, ante lo cual los dos decidieron ocultarse.
Finalmente, el caso contó con el visto bueno del fiscal Jorge López Oribe, quien sin dejar de señalar “la desobediencia” en la que incurrieron los médicos, reconoció que “la prescripción es un instituto legal supremo de dominio público que imposibilita continuar la persecución penal”. Pese a que la parte querellante se negó a que se dispusiera la prescripción hasta que Rausch y Martínez Montenegro se presentaran personalmente en la sede judicial, el acto legal de todos modos ocurrió.
Diario Prensa Libre consultó al abogado que representó a los médicos, en la inédita situación, al respecto, afirmando Francisco Giménez que “los abogados defensores no tenemos el deber de ayudar a condenar a nuestros clientes. Para eso están el juez en fiscal y el querellante. Debemos evitar la condena con la Constitución como arma. Si no hay juez imparcial no se dan las garantías de un juicio justo. Estamos obligados a asegurar un debido proceso a nuestros defendidos y para eso debemos usar todas las herramientas que nos da la ley”.
Sobre el estado de sus clientes, el abogado respondió: “La verdad es que no la pasaron bien. Saber que te están buscando para sentarte en el banquillo y condenarte seguro es angustiante”.
Finalmente, el letrado reflexionó: “Los abogados defendemos intereses de una de las partes en un juicio. De la justicia se debe ocupar el Poder Judicial. ¡Si falla la justicia es porque falla el poder judicial, no los abogados!. Me siento tranquilo por el trabajo realizado. Evitamos una condena injusta ”.
Diario Prensa
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