Pseudoescorpiones en Tolhuin

Pseudoescorpiones en Tolhuin

SORPRENDIERON DESAGRADABLEMENTE A UNA FAMILIA QUE LOS ENCONTRO EN LA VIVIENDA QUE ALQUILABAN.

Si bien es cierto que la fauna y la flora de Tierra del Fuego es mucho más abundante de la que uno puede suponer que existe en latitudes tan australes, cuando Gabriela Miers barría su casa como de costumbre, lo último que esperó encontrarse seguramente fue un insecto muy parecido a un escorpión. De tamaño diminuto y con dos pinzas o brazos que igualaban el largo del cuerpo, el insecto no estaba solo. En una pequeña superficie en la que el cemento del contrapiso no se había extendido, aparecían varios “mini alacranes” entre la tierra suelta y seca. Después de reponerse del susto inicial, y alertado su esposo sobre el hallazgo, Gabriela – vecina de Tolhuin y madre de niños pequeños – los registró fotográficamente con su teléfono celular y pidió orientación en el grupo de WhatsApp de la pequeña localidad, para saber si alguien sabía de qué se trataba. Al parecer no son tan frecuentes de ver porque nadie consignó experiencias similares.
Diario Prensa dialogó con Gabriela Beatriz Miers quien gentilmente suministró las fotografías que acompañan esta nota.
Consultada acerca de cómo encontró a los extraños insectos, relató que aparecieron en un sector del piso que no está cubierto por cemento en una casa que junto a su familia alquilaba hasta hace pocos días atrás. El desagradable hallazgo y el hecho de que sus niños comenzaran a tener ronchas en la piel la llevó a acudir al Centro de Salud en donde le dijeron que la dolencia que afectaba a sus chicos podía deberse a un problema alérgico. Entonces no lo dudó y se mudó a otra vivienda, para poner distancia con los indeseables visitantes.
“Son muy chiquitos y cuando uno los trata de sacar con el escobillón, se repliegan sobre sí mismos, como si fueran garrapatas. La verdad es que no los habíamos visto nunca antes y causan impresión”, señaló la entrevistada.

PSEUDOESCORPIONES FUEGUINOS

Diario Prensa pudo determinar que los raros bichitos encontrados en el ambiente doméstico en Tolhuin se llaman “pseudoescorpiones” o Chtonius ventalloli y reciben ese nombre por su parecido con los escorpiones reales. Comparten con ellos la similitud de los pedipalpos (brazos) acabados en pinzas como los auténticos escorpiones y que ambos pertenecen a la familia de los arácnidos.
Sin embargo, pese a que sí tienen veneno, son inofensivos para los humanos dada su minúscula talla. A los pseudoescorpiones les falta la cola y su aguijón ponzoñoso característico de los escorpiones. Los pedipalpos cumplen la misma función en ambos tipos de animales: les sirven para capturar a sus presas, para defenderse de sus enemigos y para localizar a sus víctimas mediante receptores de tipo mecánico situados en esas estructuras.
A pesar de que son abundantes también son difíciles de ver no solo por su pequeñísimo tamaño sino también por su coloración críptica o camaleónica, que les facilita confundirse con el entorno y por la costumbre que tienen de permanecer quietos cuando detectan cualquier peligro a su alrededor.


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