COMO BOMBEROS DEL CUARTEL CENTRAL AUXILIARON A UN HOMBRE CUYA PIERNA ESTABA ATRAPADA ENTRE LOS FIERROS DE UN PUENTE.
Tal como publicara Diario Prensa en ediciones anteriores, el pasado martes 5 de febrero a las 18:48, en momentos en que cientos de personas disfrutaban de un día de intenso calor en el camping municipal próximo al Río Pipo, un hombre introdujo accidentalmente su pierna izquierda entre dos barras cilíndricas de hierro, cuando se disponía a cruzar un puente.
Alertado personal policial de la Comisaría 4ta se dirigieron con un móvil al lugar, activando el protocolo de emergencias al constatar que
las maniobras que realizaba la víctima eran infructuosas.
Al llegar la unidad de ataque del Cuartel Central de Bomberos, sito en avenida Magallanes entre Don Bosco y Fagnano, sin perder tiempo, un servidor público tomó una herramienta hidráulica, mejor conocida como expansor, secundado por un compañero que llevaba el cable que la conectaba con el camión.
Diario Prensa cronometró el tiempo exacto entre el momento en que ambos bomberos subieron al puente y liberaron a Pablo Sánchez, de 40 años de edad, de su incómoda situación, arrojando como resultado que apenas… ¡emplearon dos minutos!. Una verdadera marca que habla a las claras del profesionalismo bomberil de los integrantes de nuestros cuarteles.
Sánchez estaba en el lugar pasando el día con su familia, vestido con una remera y un short cuando al intentar atravesar el puente por la parte central de fierros cilíndricos en vez de hacerlo por los senderos laterales peatonales, se le deslizó la pierna izquierda entre las barras. Inútiles fueron los esfuerzos por tratar de retirarla, por lo que sus familiares decidieron pedir ayuda, mientras una gran cantidad de curiosos lo acompañaban y le hacían chistes para sobrellevar el mal momento.
Vale mencionar que el sector es sumamente transitado ya que confluyen allí el camping municipal, el Trencito del Fin del Mundo, el tiro federal y la Asociación de Golf. En ese mismo puente los bomberos también habían tenido que intervenir para liberar la pata de un infortunado caballo, apenas unos días antes.
Mientras algunos vecinos gritaban “pongámosle aceite” y otros “córtenle el pie”, en tono de broma para distender los ánimos al ponerse la máquina en funcionamiento, los caños fueron separados con la herramienta hidráulica, Sánchez pudo retirar la pierna ayudado por efectivos policiales y rápidamente se puso en pie, sin ningún tipo de lesión a la vista. Apenas unos segundos le bastaron para recuperar las fuerzas y volver a caminar, mientras la gente aplaudía y vivaba a los bomberos, de los que no se supo el nombre, aunque sí la eficiencia con la que ejercieron la noble tarea de ayudar al prójimo.
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