Se confirmó un caso de viruela del mono en Tierra del Fuego

A continuación, la funcionaria detalló que “el Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos cuenta con un presupuesto total de 627 millones de pesos para el año 2023, y tenemos a cargo la Policía de la provincia, el Servicio Penitenciario, Defensa civil, la cual tiene a su cargo los Bomberos, Seguridad Vial, la Secretaría de Justicia, Derechos Humanos, Pueblos Originarios. Es un Ministerio muy amplio”. En ese sentido Chapperón, explicó que “la solicitud de reducción del fondo para los bomberos voluntarios se pide sobre lo que plantea la ley 1250 que es el 1.5% de los ingresos brutos de la provincia, esta situación viene ocurriendo desde el presupuesto 2018, ese año fue del 50% y luego se repitió porque se recondujeron los presupuestos, hasta el año pasado que la reducción fue del 30%”. Y agregó que “nosotros entendemos las necesidades que los bomberos plantean, pero no podemos apartarnos de lo que es el presupuesto general de la provincia. Asimismo, la ministra aclaró que “el 1.5% de los Ingresos Brutos de la provincia para el 2023 representarían 317 millones de pesos, y en comparación con por ejemplo la Policía, lo presupuestado sólo para su funcionamiento es de 318 millones”, y agregó: “es decir, la mitad del Presupuesto estaría solamente abocado a los Bomberos de la provincia, otro ejemplo es el de Protección Civil que está proyectado un gasto total de 65 millones para atender todo lo relacionado con la emergencia de la provincia”. Asimismo, la ministra declaró que “actualmente los cuarteles no sólo cuentan con el subsidio provincial, sino que tanto los cuarteles de Ushuaia y Tolhuin reciben un fondo por parte de la Dirección Provincial de Energía y los de Río Grande lo hacen por parte de la Cooperativa, como así también cuentan con apoyo económico por parte de los municipios”. “Desde que comenzamos la gestión nuestro objetivo fue ordenar los pagos, que cobren en tiempo y forma todos los cuarteles. Gracias al manual de rendiciones y luego de un arduo trabajo hemos logrado regularizarlo y al día de hoy todos los cuarteles cobran todos los meses, situación que antes no pasaba”, enfatizó Chapperón. La ministra aclaró que “además la readecuación de fondos se invierte en seguridad para la provincia, como es la adquisición de software y hardware para activar el servicio de emergencias 911, o con la compra de materiales para los bomberos de policía en Río Grande como lo hicimos con los equipos estructurales y diversas herramientas para combatir la emergencia de manera más eficaz”.

Hasta el 20 de septiembre, el Ministerio de Salud de la Nación confirmó 326 casos en todo el país.

En el Boletín Epidemiológico Nacional, elaborado por la Dirección de Epidemiología, se dio a conocer el hallazgo. Sobre un total de cinco casos sospechosos, uno dio positivo, dos fueron descartados y otros dos siguen en estudio. Los principales síntomas son fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares generalizados en todo el cuerpo.

A continuación, la funcionaria detalló que “el Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos cuenta con un presupuesto total de 627 millones de pesos para el año 2023, y tenemos a cargo la Policía de la provincia, el Servicio Penitenciario, Defensa civil, la cual tiene a su cargo los Bomberos, Seguridad Vial, la Secretaría de Justicia, Derechos Humanos, Pueblos Originarios. Es un Ministerio muy amplio”. En ese sentido Chapperón, explicó que “la solicitud de reducción del fondo para los bomberos voluntarios se pide sobre lo que plantea la ley 1250 que es el 1.5% de los ingresos brutos de la provincia, esta situación viene ocurriendo desde el presupuesto 2018, ese año fue del 50% y luego se repitió porque se recondujeron los presupuestos, hasta el año pasado que la reducción fue del 30%”. Y agregó que “nosotros entendemos las necesidades que los bomberos plantean, pero no podemos apartarnos de lo que es el presupuesto general de la provincia. Asimismo, la ministra aclaró que “el 1.5% de los Ingresos Brutos de la provincia para el 2023 representarían 317 millones de pesos, y en comparación con por ejemplo la Policía, lo presupuestado sólo para su funcionamiento es de 318 millones”, y agregó: “es decir, la mitad del Presupuesto estaría solamente abocado a los Bomberos de la provincia, otro ejemplo es el de Protección Civil que está proyectado un gasto total de 65 millones para atender todo lo relacionado con la emergencia de la provincia”. Asimismo, la ministra declaró que “actualmente los cuarteles no sólo cuentan con el subsidio provincial, sino que tanto los cuarteles de Ushuaia y Tolhuin reciben un fondo por parte de la Dirección Provincial de Energía y los de Río Grande lo hacen por parte de la Cooperativa, como así también cuentan con apoyo económico por parte de los municipios”. “Desde que comenzamos la gestión nuestro objetivo fue ordenar los pagos, que cobren en tiempo y forma todos los cuarteles. Gracias al manual de rendiciones y luego de un arduo trabajo hemos logrado regularizarlo y al día de hoy todos los cuarteles cobran todos los meses, situación que antes no pasaba”, enfatizó Chapperón. La ministra aclaró que “además la readecuación de fondos se invierte en seguridad para la provincia, como es la adquisición de software y hardware para activar el servicio de emergencias 911, o con la compra de materiales para los bomberos de policía en Río Grande como lo hicimos con los equipos estructurales y diversas herramientas para combatir la emergencia de manera más eficaz”.

En el Boletín Epidemiológico Nacional Nro. 619, correspondiente a la semana epidemiológica 37, emitido por la Dirección Nacional de Epidemiología dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, se confirmó la novedad. En la publicación se informa acerca del monitoreo que el organismo realiza sobre enfermedades infecto contagiosas como la viruela símica o del mono, la hepatitis aguda grave de origen desconocido, virosis respiratorias agudas, dengue y otros arbovirus y fiebre hemorrágica.
La publicación refleja en un gráfico cómo ha venido impactando, hasta el día 20 de septiembre último, la viruela del mono en Argentina. A la cabeza aparece CABA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con 232 casos; lo sigue la provincia de Buenos Aires, con 76; luego Córdoba con 8; Santa Fe con 3, Río Negro con 2 y con 1 solo caso figuran las provincias de Mendoza, Corrientes, Neuquén, Salta y Tierra del Fuego.
La enfermedad es de naturaleza benigna y suele curarse en unos 3 meses, en el peor de los casos, pero es muy molesta por las pústulas en la piel, incluidas las palmas de las manos y las plantas de los pies, que evocan las de la viruela y la varicela, con su consecuente dolor y picazón. Los síntomas a tener en cuenta son: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y la aparición de características erupciones cutáneas que comienzan en la cara y luego se extienden a todo el cuerpo.
En cuanto a la forma de contagio suele ser, en el caso de personas que hayan viajado fuera del país y especialmente a países con gran incidencia de casos, como es Africa, por contacto directo o excrecencias de animales salvajes. Entre humanos los contagios se producen por el intercambio de fluidos corporales como ocurre en las relaciones sexuales. En el informe epidemiológico no deja de llamar la atención que de los 326 casos registrados en nuestro país, 325 son hombres y 1, mujer. «Hasta el momento la población más afectada es la compuesta por hombres que tienen sexo con otros hombres (186 de los 326 casos registrados hasta ahora lo refieren y para el resto de los casos no se cuenta con el dato)», se explica en el boletín. Además, la edad promedio de los pacientes es de 34,5 años y el enfermo más joven tiene 18 años.
No existe un tratamiento específico para esta patología, aunque algunos antivirales pueden ayudar a limitar la intensidad de los síntomas. Tampoco existe vacuna, aunque la de la viruela- antivariólica – parece otorgar protección de hasta el 80% ante esta variante. De todos modos, no se administra desde 1980 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró oficialmente que la viruela estaba erradicada del mundo.
Desde que se descubrieron los primeros casos, la viruela del mono ha presentado bajas tasas de mortalidad y en la mayoría de los casos ha precisado de un período de dos o tres semanas para que sus síntomas desaparezcan.


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