Se conocieron aberrantes datos sobre el abuso sexual de una niña por parte de su padre y madrastra

Se conocieron aberrantes datos sobre el abuso sexual de una niña por parte de su padre y madrastra

Conmoción por un hecho de familia enjuiciado en Rio Grande.

En la última jornada del juicio oral no público se escuchó el relato de la menor, quien a raíz de las violaciones reiteradas habría quedado embarazada e inducida a abortar, entre otras vejaciones.

N.R. O, cuya identidad no se proporciona debido a que la víctima es su propia hija biológica, portadora del mismo apellido, siguió desde la cárcel y por videoconferencia, el desgarrador relato de la adolescente, quien detalló cómo fue sometida sexualmente por él y su pareja en al menos 7 oportunidades, entre los años 2014 al 2016.
Ante un Tribunal Oral en lo Criminal que trataba de no reflejar el impacto que provocaba la reproducción del testimonio de la víctima realizado durante la etapa de instrucción de la causa, se escuchó a la joven relatar cómo su padre la sometió sexualmente durante dos años, entre sus 11 a 13 años de vida, con la anuencia de la pareja de éste, una mujer de nacionalidad dominicana.
Ayer martes, la filmación efectuada mediante Cámara Gessell permitió escuchar a la adolescente relatando que en ocasión de enterarse de que su padre, que se encontraba preso por un robo, estaba próximo a recuperar la libertad y ante el temor de que al salir volviera a someterla sexualmente, decidió denunciar a fines de 2017 los hechos de los que había sido víctima.
La chica refirió que en una ocasión le contó a la pareja de su padre que tenía un atraso, suministrándole la mujer una pastilla abortiva, luego de lo que tuvo una profusa hemorragia, presumiéndose que la niña pasó por la experiencia de un aborto.
En otra parte del relato se la escucha decir que su padre no usó en ninguna oportunidad preservativo al someterla, previa amenaza y que luego de cada relación sexual, le suministraban “la pastilla del día después”.
Ayer también fue escuchada por el Tribunal la madre de la joven, quien coincidió en señalar que recientemente su hija le contó que creía haber estado en algún momento embarazada porque después de tomar una pastilla que le dio su madrastra, sufrió una hemorragia vaginal.
Para el próximo jueves está previsto que el juicio continúe con nuevos testimonios, principalmente de peritos judiciales y sociales, habiendo ya declarado además de la madre de la menor, un hermano y una amiga.
De concluir los jueces que los imputados son culpables, N.R.O podría ser condenado a más de 20 años de prisión y apenas unos años menos, su pareja.

EL TRIBUNAL NO HIZO LUGAR AL PLANTEO.

Extraña petición del defensor de un sujeto acusado de violar a su hija

El requerimiento se produjo en el marco del juicio oral no público que se está desarrollando en sede judicial y que tiene a una pareja – un hombre y una mujer – acusados de haber sometido sexualmente a una niña, de la que el individuo es progenitor.

Desde el jueves pasado se está desarrollando el enjuiciamiento oral no público de un hombre y una mujer, acusados ambos de haber cometido hechos aberrantes. El expediente refleja la imputación a N.R. O., padre biológico de una niña de 11 años, a la que éste habría sometido sexualmente hasta los 13. Los cargos pesan también sobre su pareja, que no es madre de la menor, a la que se la imputa de haber sido partícipe de las vejaciones. Ambos están procesados por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal en concurso con abuso gravemente ultrajante y corrupcion de menores”.
Es de destacar que recién cuatro años después de los hechos la adolescente se atrevió a hablar de lo que le había pasado, lo refirió a su madre y ésta los denunció ante la Justicia. La víctima sostuvo que al enterarse de que su padre estaba por recuperar la libertad dado que se encontraba preso por robo, decidió hablar. Esto ocurrió a fines del año 2017 mientras que los abusos, entre 2014 y 2016.
En la última jornada de juicio, el fiscal Jorge López Oribe brindó su exposición basada en los hechos que conforman la causa sustanciada en el Juzgado de Instrucción, sosteniendo el argumento de que los dos imputados habrían abusado sexualmente de la hija biológica del detenido, cuya prisión preventiva venció además el 16 de mayo.
Luego de la exposición del fiscal, el defensor oficial del acusado, el abogado Mariano Sardi, sorprendió con un insólito planteo: pretendía que su cliente participara del juicio de manera presencial y no por teleconferencia desde la cárcel, como se venía haciendo desde la primera jornada de debate, so pena de impulsar un pedido de nulidad del acto.
Ante semejante exigencia, en tiempos de pandemia y en atención a que el sujeto participó del juicio de modo constante desde el primer día, desde la Unidad de Detención Nro 1 del Servicio Penitenciario con sede en Rio Grande, el Tribunal no hizo lugar. Previamente, la parte querellante y la Fiscalía consideraron que la modalidad no vulneraba en modo alguno las garantías y derechos del imputado, como así también su necesidad de comunicarse, por lo que denegaron la posibilidad de nulidad. Se continuó adelante entonces con el primer debate oral, en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, con la presencia en la sala de los jueces, el fiscal, la querellante, el defensor y la co-imputada, mientras que el
acusado siguió el debate desde la Unidad de Detención Nº 1 a través de videoconferencia.
La extraña estrategia defensista ya había sido esbozada la semana pasada por el abogado Alejandro Nacaratto, quien al igual que su colega Sardi, expresó su disconformidad ante el Tribunal Oral en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, por la participación de su defendido desde la prisión.
En atención al planteo y debido a que uno de los jueces tuvo un impedimento en su salud, se pasó a un cuarto intermedio para proceder a la designación en el Tribunal de la abogada Natalia Buitrago, en reemplazó del letrado Juan José Varela.
En la sala especialmente acondicionada para el juicio, las partes mantuvieron la distancia social mediante compartimientos de vidrio, protegidos con tapabocas y mascara facial. De tal manera, el imputado debió seguir el juicio desde la Unidad Penitenciaria por el sistema de videoconferencia y la co-imputada, dado que llegó al juicio en libertad, estuvo presente de manera presencial en el auditorio.


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