Cuatro jóvenes golpearon y le sustrajeron sus pertenencias a otro, en plena vía pública.
Fueron allanados sus domicilios y se recuperaron los elementos sustraídos. Tendrán que cumplir pautas de conducta y no acercarse a su víctima.
Personal policial de Ushuaia logró esclarecer un “robo piraña”, tal como se denomina al accionar de patotas en la vía pública que eligen a víctimas solitarias para abordarlas y sustraerles sus pertenencias mediante el uso de la fuerza.
Luego de varios días de trabajo investigativo, los efectivos de la Comisaría 1era trabajaron en la denuncia radicada el sábado 25 de junio por un muchacho de 20 años de edad, quien refirió que luego de salir de un local nocturno en horas de la madrugada de ese mismo día, y mientras caminaba por inmediaciones de los playones deportivos sitos en Magallanes y Darwin, fue sorpresivamente abordado por un grupo de jóvenes. A fuerza de golpes, éstos le sustrajeron dos teléfonos celulares marca Samsung, su reloj pulsera, el buzo que llevaba puesto y una riñonera, dándose inmediatamente a la fuga a veloz carrera.
Luego de analizar el relato del damnificado y estudiar las imágenes de distintas cámaras de videovigilancia de la zona, los investigadores policiales lograron, en principio, identificar a tres de los autores que participaron del ilícito.
Con las correspondientes órdenes de allanamiento libradas por el Juzgado de Instrucción N° 1, a cargo del juez Javier Ignacio De Gamas Soler, los uniformados concurrieron a los domicilios de los sujetos, en donde constataron que se trataba de menores de edad que todavía conservaban los elementos robados en su poder.
Cabe destacar que en un departamento de la tira 8 del barrio 640 Viviendas, se pudo recuperar uno de los teléfonos Samsung denunciado como sustraído; en otro domicilio de la calle Raúl Muriel al 1300, se encontró el segundo aparato de telefonía celular de la misma marca y en una casa de la calle Cipriano Reyes al 2.700, otros elementos de interés para la causa. En los tres domicilios se secuestraron además las prendas de vestir que los implicados vestían al momento de cometer el hecho, con las que se los ve en las filmaciones de las cámaras de seguridad existentes en el expediente.
Vale mencionarse que durante el diligenciamiento judicial, uno de los tres adolescentes acusó a un cuarto integrante del grupo, de tener en su poder algunas de las pertenencias de la víctima del asalto, pudiéndose así determinar su identidad y domicilio.
Con una orden de allanamiento más, los policías acudieron a una casa emplazada en la calle Facundo Quiroga al 2000, en donde se procedió al secuestro de prendas de vestir del joven que allí se domicilia.
Los cuatro muchachos, todos de 16 años de edad, fueron notificados de Derechos y Garantías Procesales y se les dictaron pautas de conducta a cumplir. Los cuatro tendrán que presentarse en dependencias de la Comisaría 1era., en la calle Antonio Romero entre Magallanes y Solis, todos los días sin excepción a fin de firmar un libro de registro,
por el período que considere el magistrado interviniente; no podrán salir de sus domicilios entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana y por ningún motivo deberán acercarse al joven damnificado.
Otro caso reciente de delincuencia juvenil
Hace apenas unos días atrás, personal del Servicio Externo de la Comisaría 2da de Ushuaia logró vincular la autoría de dos delitos contra la propiedad en una sola persona, habiendo sido ejecutado uno de ellos con suma violencia y bajo amenaza.
El primero tuvo lugar en horas del mediodía del domingo 26 de junio, en momentos en que una mujer de 33 años de edad paseaba a su perro por la Plaza de los Niños, sita en calle Marcos Zar al 400, en inmediaciones del barrio 200 Viviendas. En ese lugar se le aproximó un adolescente para exigirle que le entregara el dinero que llevara encima, exhibiéndole una botella rota con la que amenazaba lastimarla si no accedía a su pedido.
En horas de la tarde, otra mujer se acercó a la dependencia policial de la calle Concejal Rubinos del Río para denunciar que del interior de su casa alguien le había sustraído su cartera, con una documentera, tarjetas de crédito y efectivo.
Iniciada la investigacion policial, que incluyó el relevamiento de posibles testigos de lo ocurrido y de cámaras de videovigilancia del sector, los efectivos lograron localizar a un joven de 17 años de edad, sospechoso de haber sido el autor de los dos ilícitos contra la propiedad.
Una vez que el Juzgado de turno extendió la pertinente orden para allanar el domicilio del ladrón, en calle Alem al 4200, los policías obtuvieron resultado positivo, al encontrar las prendas de vestir de jean y el calzado deportivo negro con vivos amarillos refractarios, que el joven delincuente vestía cuando las cámaras de seguridad captaron su imagen justo en el momento del asalto en la vía pública.
Los efectivos policiales también allanaron la casa de su novia, de 16 años de edad, sita en calle Transporte Patagonia al 60, siendo en ese caso negativo el resultado.
El juez de turno interviniente ordenó también el secuestro del aparato de telefonía celular del acusado.
Dada su condición de menor de edad, se dio intervención en el hecho al Juzgado de Minoridad y Familia. Además de pautas de conducta también se le prohibió al chico acercarse o contactarse por cualquier vía con las dos mujeres damnificadas por su accionar y con las personas que atestiguaron sobre lo ocurrido.
¿Cómo evitar ser víctimas de “robos pirañas”?
La sorpresa, la cantidad de atacantes y una víctima solitaria, serían las tres características básicas de esta nueva modalidad que presenta cada vez más casos.
Los “robos pirañas” son arrebatos en plena calle que manejan la sorpresa, como el factor más importante para que la víctima no sepa cómo reaccionar. Además, la cantidad de atacantes pone en clara desventaja a quien le van a robar.
¿Qué se llevan? Objetos personales como billeteras, celulares, relojes, carteras, ropa, zapatillas y todo lo que una persona lleve encima. En algunos casos, las víctimas quedan casi desnudas.
Modalidad: Después de la neutralización de la víctima, la patota comienza a golpear y despojar de todas sus pertenencias a la persona que termina tirada en la calle y muchas veces, herida.
Los atacantes. Según el testimonio de las víctimas, por lo general se trata de personas jóvenes, aunque han hecho referencias a jóvenes de 14 y 15 años hasta adultos de 30. En algunos casos hicieron referencias a grupos de hasta 20 personas. Las autoridades creen que lejos de estar organizados, son delincuentes oportunistas.
Desaparecen. Al tratarse de “bandas” o grupos de personas, la persecución resulta muy compleja. El robo en sí dura muy poco tiempo, apenas unos minutos y luego, cada uno de los atacantes, sale corriendo en distintas direcciones.
Recomendaciones: Estando prevenidos podemos minimizar las posibilidades de terminar siendo una víctima más.
Las personas solas y mirando el celular o escuchando música, son los blancos preferidos. Al estar desconectados de la realidad, son fáciles de sorprender. Si el celular no es absolutamente necesario, no hay que utilizarlo en la calle.
El horario: Aunque los robos comienzan a darse a cualquier hora del día, por lo general, la madrugada o la salida de bailes y boliches, parece ser el más repetido. En estos casos, hay que evitar volver solos. Cuanto más transitadas sean las calles, mejor. Lo mismo se aplica para las personas que tienen que esperar en una parada de transporte.
Una recomendación más compleja: Hay que tratar de conocer y trazar nuestro recorrido de antemano. Qué casas están deshabitadas, qué calles son más desoladas, a cuánto me queda la parada de colectivos, dónde puedo pedir ayuda o si vive alguien conocido en el barrio.
Aunque la inseguridad es un tema mucho más complejo para resolver, cada uno de manera individual puede tratar de evitar terminar siendo víctima de los “robos pirañas”.
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