El pequeño de 9 años viajó a Buenos Aires para participar del Avant Premier de la película que encara el tema de la adopción tardía, la discriminación en el ámbito educativo y la reinserción social.
La gobernadora de la Provincia, Rosana Bertone, se reunió este viernes con Joel Noguera, el niño de 9 años que protagoniza la nueva película argentina que lleva su nombre y que, desde el jueves, se proyecta en salas de todo el país.
“Originalmente la película se iba a llamar ‘José’ pero fue tal el impacto del director con este niño que terminó nombrando a la película como su protagonista”, explicó el secretario de Cultura de Tierra del Fuego.
“Es un orgullo para la gente de Tolhuin y toda Tierra del Fuego. Joel estuvo este martes en Buenos Aires en la Avant Premiere de la película, acompañado por su madre. La gobernadora no quería dejar pasar la oportunidad para saludar a Joel, con quien charló y le entregó algunos presentes”, agregó el secretario.
Por último, comentó que “desde la Secretaría de Cultura tuvimos la misión de poder acompañarlo a él, y a todo su entorno, para que pueda seguir desarrollando este veta que tal vez encontró de casualidad pero que seguramente fue un experiencia de mucho agrado”.
Joel Noguera es el segundo de cuatro hermanos, conoció al director de la película, Carlos Sorín, cuando fue a comprar facturas a la Panadería La Unión, donde se desarrollaba el casting. Allí, el director afirmó impresionarse por “su mirada” y no dudó en que sea él quien lleve adelante la historia.
Joel: un aprendizaje colectivo
Joel (Joel / Argentina, 2018) / Dirección: Carlos Sorín / Guion: Carlos Sorín / Fotografía: Iván Gierasinchuck / Edición: Mohamed Rajid / Elenco: Victoria Almeida, Diego Gentile, Joel Noguera, Ana Katz / Distribuidora: Buena Vista Internacional / Duración: 99 minutos / Calificación: apta para mayores de 13 años.
La cámara de Carlos Sorín recorre el frío espacio de la Patagonia siguiendo el andar de Cecilia (impecable Victoria Almeida) mientras se dirige al encuentro con su marido (Diego Gentile) para comunicarle una importante noticia. Instalados desde hace poco tiempo en un pequeño pueblo de Tierra del Fuego, el deseo de ser padres se entreteje con la inquieta espera por la adopción, con la tensa expectativa por el recibimiento del recién llegado. La aparición de Joel, un chico de nueve años derivado desde Buenos Aires, con un pasado de desamparo marcado por la detención de su tío, no solo será un aprendizaje para esa familia, sino para todo el pueblo, entorno aislado que concibe lo desconocido como amenazante.
La mirada humana de Sorín se concentra en los vínculos entre sus personajes, en las relaciones que se tejen en sus silencios y esperas. El lento descubrimiento de las emociones de Joel, sus gustos, sus recuerdos emergen gracias a las decisiones del director de acercarse a ese universo sin desmoronarlo. Cuando intenta retratar posiciones colectivas -o institucionales- se perciben con más evidencia los hilos de la construcción, como en el debate de los padres sobre la permanencia de Joel en la escuela pública. Sin embargo, el universo de Sorín se torna más complejo en los pequeños trazos, en la dimensión moral que adquieren las acciones sin necesidad de juicio, en la consciente cercanía que nos inspira sin hacer alarde de su presencia.
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