La obra se encuentra paralizada desde hace más de un año y tenía previsto un presupuesto de 100 millones de pesos.
Las tareas de análisis técnico serán efectuadas por un ingeniero especialista en hormigón y por otros dos profesionales especializados en análisis estructural de edificios.
Un grupo de profesionales contratados por el Gobierno de la provincia se encuentra realizando un análisis técnico de los pilotes que sostendrán el peso de la estructura del nuevo edificio anexo al del actual Hospital Regional Ushuaia, a fin de determinar su resistencia, luego de que se denunciara que los mismos presentan fallas.
La ministra de Obras y Servicios Públicos, Gabriela Castillo, junto al secretario de Obras y Servicios Zona Sur, Martin Moreyra, recorrió el viernes último la obra, para dialogar con el grupo de ingenieros especialistas que se encuentra realizando los trabajos preliminares para realizar los ensayos de continuidad de los pilotes que se encuentran sobre las bases del lugar.
Cabe recordar que dichos ensayos forman parte de la auditoría técnica contratada por el Gobierno de la provincia, y que tiene como objetivo determinar la factibilidad técnica de la continuidad de la obra.
Los profesionales comprenden a un ingeniero especialista en tecnología del hormigón y dos ingenieros especializados en análisis estructural, quienes durante estos días se encuentran supervisando y coordinando las tareas para preparar una muestra de pilotes.
El análisis de los pilotes será realizado por un especialista en ensayos sobre este tipo de fundaciones en el transcurso de la semana entrante.
Al respecto la ministra informó que “una vez concluidos los ensayos, el equipo técnico de profesionales entregará el informe final y conclusiones arribadas. En caso de ser necesario se harán los ajustes que sean sugeridos para de esta manera poder dar continuidad con los trabajos dispuestos para avanzar con la obra”.
Antecedentes de la obra
En octubre del año 2017 se iniciaron las tareas de demolición de varias casas de servicio próximas al casco viejo del Hospital Regional Ushuaia para poder disponer de ese espacio y comenzar a construir lo que se esperaba que fuera una gran obra histórica en Tierra del Fuego.
En aquel momento el ministro de Obras y Servicios Públicos, Luis Vázquez afirmaba: “Esta obra va a marcar un antes y un después en el sistema de salud de nuestra provincia. Vamos para adelante con una obra que nunca se tendría que haber postergado. Llegó el momento de hacerla y queremos que sea en tiempo y forma”.
Por su parte el secretario de Administración Financiera e Infraestructura Sanitaria, Víctor Díaz, comentó que “la primera etapa, que es la que está iniciando, tiene un período de 12 meses y corresponde a la construcción de la estructura sismo resistente. La ampliación alcanza los 12 mil 200 metros cuadrados. Se va a incrementar la cantidad de camas en 135 más, va a incluir un centro de día oncológico y de salud mental, un centro de rehabilitación y se van a ampliar las terapias intensivas”.
Posteriormente, una denuncia paralizó la obra, que permanece en ese estado actualmente, en espera de una definición: o se continúa adelante tal cual está prevista; se intenta reforzar las columnas principales de sostén o – en caso de que no fuera posible la opción anterior – se demuele todo y se comienza de nuevo.
Dificultades de todo tipo
La obra de ampliación fue iniciada durante la gestión de la actual diputada nacional Rosana Bertone (2015 – 2019) y tuvo inconvenientes de todo tipo en su ejecución. Los trabajos de excavación revelaron un suelo complicado, atravesado por napas subterráneas acuosas y de poca firmeza.
La obra fue adjudicada a la firma “DAL Construcciones S.A.” con un presupuesto de 97 millones de pesos, a ser afrontados a través del Fideicomiso Austral, pero la empresa cesó en los trabajos y pasó a manos de una UTE local. A la licitación se presentaron las empresas “DAL Construcciones SA”, “Juan Felipe Gancedo”, la UTE “Cóndor SA y GADA SA”, y “Benedetti Diego Martín”. La obra fue adjudicada a DAL, quien inició la demolición de las casas de servicio pero nunca pudo ejecutar la totalidad de los trabajos y terminó cediendo el contrato a una UTE conformada por empresas locales. Poco después, algunos de los profesionales que trabajaban en la obra denunciaron que las columnas y los cimientos del edificio no eran aptos para sostener el peso de toda la estructura edilicia, por lo que la misma se paralizó, situación en la que se encuentra hasta hoy. Así Ushuaia se perdió al posibilidad de contar con un hospital extendido y con 135 camas más, las que en estos tiempos de coronavirus hubieran resultado más que útiles.
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