Se fue “Crespo”…

SE TRATA DE UN ANTIGUO Y APRECIADO POBLADOR, DUEÑO DE UNA DE LAS PRIMERAS HELADERIAS QUE TUVO LA CAPITAL FUEGUINA.

A la izquierda, Chevallier; María Taverna y Romano.
Con dos amigos: a la izquierda, el “Gringo” Weiss; a la derecha, el flaco Pal.

El sábado 9 de noviembre falleció a los 87 años de edad, Juan Segundo Velásquez Cárcamo, a quien familiares, amigos y conocidos lo llamaban con el apodo cariñoso de “Crespo”. El mote devino de la cabellera enrulada que lucía Juan en su juventud, característica que lo acompañó aún cuando el paso del tiempo le blanqueó el pelo.
El antiguo poblador fue propietario de una de las primeras heladerías artesanales que tuvo Ushuaia, en un pequeño local que funcionaba en la calle Juana Fadul (ex Solis), entre Maipú y San Martín. Con una puerta independiente, el comercio también albergaba al bar “Libra”, lugar de reunión infaltable de los jóvenes fueguinos de la década de los 50.
Con el ruido quedo y de fondo de las máquinas batidoras funcionando constantemente, los chicos de la Escuela Nro 1 Domingo Faustino Sarmiento y los de la escuela secundaria José Martí, de los años 60 y 70, llevan en el recuerdo la fiesta que significaba terminar la jornada escolar y cruzarse a comprar un heladito en cucurucho, en punta y con cucharita de madera.

A su paso por la vida, Juan deja tres hijos, Natalia, Marta y Juan Carlos; cinco nietos, Ana Laura, Pamela, Marilina, Patricio y León; cuatro bisnietos, Eren, Lucía, Pietro y Fidel; a sus hijos políticos, Carlos y Fabiana y a una gran cantidad de amistades.
Sus restos descansan en paz en el Cementerio Parque del Mar, junto a los de su amada esposa Noemí Tenorio, fallecida en el año 2008.

Una vida juntos. La muerte le arrebató tempranamente a su compañera Noemí Tenorio en 2008 a cuyo lado hoy descansa, 11 años después, en el Cementerio Parque del Mar.

Su familia lo homenajea así…

“El 9 de noviembre se nos fue Juan, Juan Segundo Velásquez Cárcamo, a los 86 años, más conocido como “el Crespo”.
Cada vez que lo veías él siempre tenía una historia para contarte. Por ejemplo, cuando llegó a Ushuaia con sólo 16 años y como no había lugar dónde dormir, durmió en una celda del presidio.
Extrañaremos sus anécdotas de cuando trabajaba en la confitería ubicada al lado del cine General San Martín, en San Martín y Solís (hoy Juana Fadul) adonde la gente disfrutaba del billar, los dados y los helados hechos por él y por sus socios Campaña y Omar Bahamonde.
El querido Juan, formó parte de los inicios de Ushuaia. Y en estos últimos años se lo escuchaba decir con nostalgia: “Ahora salgo a la calle y no me cruzo con ninguna cara conocida…”.
Hoy toda su familia, hijos, nietos y bisnietos y tantos amigos que él recordaba siempre, lo lloramos.
El “Crespo” siempre va a estar en nuestros recuerdos y corazones.
Lo vamos a extrañar mucho…”.


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