El obispo Jorge García Cuerva desautorizó al sacerdote Fabián Colman.
Desde la Diócesis de la cual depende la Iglesia de Tierra del Fuego se informó que Colman “fue advertido”, lo que significa que será sometido a una causa interna por haber actuado sin autorización.
Desde el episcopado de la localidad santacruceña de Río Gallegos, en cuya órbita se encuentra comprendida la Iglesia de Tierra del Fuego, se informó a través de un comunicado de prensa que “la celebración sucedida en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced de la ciudad de Ushuaia, no fue autorizada por este Obispado”, haciendo referencia a la boda de Pablo Gustavo Daniel López y Victoria Tavieres Castro, ésta última de condición trans, realizada el sábado último en la histórica sede religiosa de la calle San Martín y Don Bosco.
Aunque la novia señaló a la prensa que el sacerdote Fabián Colman había realizado las gestiones pertinentes ante la Diócesis, esto fue desmentido por el obispo Jorge García Cuerva, quien en un oficio con el membrete de “Diócesis de Río Gallegos. Provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”, negó de modo contundente que esto haya ocurrido.
Los novios son ambos, además, funcionarios del Gobierno de Tierra del Fuego: Victoria Castro es subsecretaria de Diversidad y Pablo, secretario de Educación, con residencia habitual en la ciudad de Río Grande. Entre los concurrentes a la ceremonia religiosa y a la fiesta que tuvo lugar después en un local de avenida San Martín, entre Godoy y Rivadavia, se pudo ver al gobernador Gustavo Melella y a la mayoría de los integrantes del gabinete.
El asunto perfila convertirse en una cuestión conflictiva, habida cuenta que Melella cuenta entre sus antecedentes con una formación religiosa por su paso por las filas eclesiásticas en donde estuvo a punto de ordenarse como sacerdote, respaldando plenamente a los novios, quienes son además de integrantes de su equipo de colaboradores, amigos personales.
“El sacerdote en cuestión – por Colman – ya fue advertido convenientemente”, advierte en la gacetilla de prensa García Cuerva, dejando expresamente aclarado que si bien “acompañamos a toda persona, sin excepción alguna, en su legítimo deseo de recibir la bendición de Dios, lo ocurrido en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced es un acto que no se trata del sacramento de matrimonio tal como lo cree y sostiene la Iglesia”.
En la jerarquía eclesiástica, la “advertencia” a un sacerdote implica el inicio de una causa interna en la que se analiza su conducta y – si surge que desoyó mandatos o instrucciones propias de la fe religiosa – concluye, descargo mediante, con la aplicación de sanciones.
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