Río Grande.
Lautaro Ortigoza fue hallado al borde de la muerte en un descampado de la Margen Sur, tras ser atacado a golpes y cuchilladas, y luego abandonado a su suerte. Mía Villanueva y su primo Dylan Blanco, ambos de 19 años de edad, enfrentan cargos por el delito de tentativa de homicidio agravada.
Lautaro Ortigoza apareció brutalmente golpeado y desvanecido en el abandonado edificio del ex frigorífico CAP, sito en calle Portolán al 50, en Río Grande.
El miércoles 28 de mayo comienza en Río Grande un juicio oral y público por tentativa de homicidio, en el que estarán en el banquillo de los acusados dos jóvenes de 19 años: Dylan Catriel Blanco —primo de la víctima— y Mía Martina Jazmín Villanueva. Ambos están imputados como coautores de un ataque brutal contra Lautaro Ortigoza, un joven de su misma edad, ocurrido el 11 de junio del año pasado en la zona de la Margen Sur.
Según la acusación, los imputados habrían citado a la víctima con engaños a un edificio abandonado cercano al antiguo frigorífico CAP, en calle Portolán al 50. Al llegar al lugar, Ortigoza fue atacado con extrema violencia: sufrió golpes, cortes y una puñalada, y fue abandonado en el descampado, sin abrigo, en medio del frío de la época. La víctima pudo ser rescatada gracias a que previamente había avisado a algunos conocidos que iría a encontrarse con personas en esa zona.
El joven fue hallado inconsciente, con el cuerpo cubierto de lesiones. Los médicos que lo recibieron en la guardia del Hospital Regional Río Grande constataron más de 200 heridas, entre cortes, fracturas y otros traumatismos. Lautaro debió ser internado en terapia intensiva durante un extenso período y presenta actualmente graves secuelas físicas y psíquicas por la experiencia vivida.
Durante la etapa de instrucción, la jueza Cecilia Cataldo procesó a Blanco y Villanueva por el delito de homicidio agravado en grado de tentativa, en virtud de los agravantes de alevosía, concurso premeditado de dos o más personas y la participación de un menor de edad.
Es importante destacar que para la resolución del caso fue clave el testimonio de un adolescente de 15 años, quien declaró que Villanueva utilizó su cuenta de Instagram para contactar a la víctima, haciéndose pasar por él y atrayéndolo al lugar donde finalmente lo esperaba Blanco.
Los domicilios de ambos imputados fueron allanados y los resultados fueron positivos para la causa. Según trascendidos de personas allegadas a la investigación, el trasfondo del hecho estaría relacionado con conflictos personales, posibles enredos amorosos y situaciones vinculadas a la diversidad sexual.
El Tribunal que estará a cargo del juicio estará presidido por la jueza Verónica Marchisio, junto a sus pares Eduardo López y Juan José Varela. La acusación será llevada adelante por el fiscal Jorge López Oribe, mientras que la defensa técnica estará a cargo de la defensora oficial Rita Marchi y del abogado Juan Carlos Assan.