Adultos mayores, pacientes oncológicos o con discapacidades deben hacer una larga fila a la intemperie en espera de ser atendidos en la farmacia de OSEF, para revalidar recetas o retirar remedios. Piden que se cambie la modalidad de atención.
Angustiados, pacientes que necesitan gestionar recetas o acceder a medicamentos, se comunicaron con Diario Prensa Libre para reclamar “la urgente intervención de la ministra de Salud o del gobernador, porque pese a que hemos intentado que las autoridades de OSEF se hagan eco de nuestro requerimiento, siguen haciendo oídos sordos. Nos vamos a terminar enfermando o muriendo mientras hacemos cola”.
En los últimos días, frente a la la farmacia de la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF), ubicada en la calle Fitz Roy 350, frente a uno de los accesos al Hospital Regional Ushuaia, se puede ver una larga columna de personas que se extiende por momentos desde la puerta del local hasta la esquina de la calle Lugones.
En la redacción de Diario Prensa Libre se recibió el reclamo telefónico de afiliados a la obra social de los jubilados del Estado provincial, quienes plantearon que “ya no soportamos más que nuestra propia obra social nos esté maltratando de esta manera. Muchos de nosotros tenemos enfermedades oncológicas, somos gente grande o sufrimos discapacidades y no podemos permanecer tanto tiempo parados, al aire libre y pasando frío para poder concretar un trámite que ya tendrían que haber ideado la manera de resolver de otra manera”.
Consultados por los motivos que deben acudir al lugar, explicaron que “necesitamos retirar medicamentos imprescindibles. Muchos somos pacientes oncológicos que estamos haciendo tratamientos con quimioterapia, otros son diabéticos que necesitan insulina o pastillas de Metformina. Lo que suele pasar a menudo es que lo que necesitamos no está en nuestra farmacia y sí o sí debemos ir para que le pongan un sello que nos permita adquirir el remedio en una farmacia privada. No tienen ninguna consideración con nosotros. Llueve, nieve o truene, ahí nos tienen a la intemperie tentando la desgracia…”.
Otros sostuvieron a su turno que “nosotros por nuestra edad y las patologías que tenemos pertenecemos a grupos de riesgo. Las autoridades se llenan la boca hablando de la importancia de evitar los contagios y de cuidar a los viejos pero a nosotros nos exponen a una burocracia insensible. Para colmo cuando uno trata de conseguir turno para ser atendido hay muy pocos disponibles y a mucho tiempo, lo que hace peligrar que las recetas se nos terminen venciendo y que no podamos tomar la medicación hasta poder cumplimentar el trámite. Alguien va a hacer algo por nosotros o nos van a dejar morir?”.
Finalmente, otra afiliada explicó sobre su situación: “Yo intenté hablar con la presidente de OSEF, Mariana Hruby, pero resultó imposible. Después de mucho insistir lo único que me dijeron es que si tengo que comprar remedios con cobertura del 30 o del 70% que vaya a cualquier farmacia, pero ese no es mi caso. Yo soy enferma crónica y tengo un plan especial que me debería cubrir el 70 o 100% así que sí o sí tengo que tratar de conseguir un turno y hacer la cola cuando alguna vez me toque ir”.
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