Ushuaia… ¿paisaje excelso o inodoro del mundo?

Ushuaia… ¿paisaje excelso o inodoro del mundo?

SOBRE LAS SALMONERAS Y EL “TERCER MUNDO”

Resulta ser toda una metáfora el párrafo de esa canción de Serrat que dice: “..Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar van a cagar a casa de otra gente…” y aunque el catalán se refería específicamente a un tipo de desagradables personas, lo cierto es que el «tercer mundo», se ha transformado en el «ambiente trasero del primer mundo». Entre ellos no siempre se llevan bien pero a la hora de ensuciar suelen elegir aquellos lugares con cierto grado de subdesarrollo, endeudados, con políticos y legislaciones débiles. Sus promesas de «inversiones» suelen tener el objetivo de llevarse nuestros recursos cuando no dilapidarlos. Al respecto y sin ánimo de generar controversias ideológicas deberíamos preguntarnos ¿por qué muchos de los mecanismos o estrategias para explotar o generar determinados recursos difieren cuando se trata del “tercer mundo”?.
Podemos leer en una nota de Infobae del 23/10/17, lo siguiente: “Las políticas medioambientales europeas son realmente estrictas y tienen como premisa principal la prevención y la posterior corrección en caso de que exista contaminación. “Quien contamina paga”, ese es el lema y la frase que todos y cada uno de los ciudadanos siguen al pie de la letra”.
Entre los países más ecológicos del mundo podemos mencionar a Austria, Francia, Suecia, Suiza, Islandia y Noruega. Sin embargo muchas de estas naciones o mejor dicho las empresas pertenecientes a éstas, hacen fuera de sus fronteras lo que jamás se atreverían a hacer en su propia casa.
Por ejemplo cinco millones de hectáreas de bosques se pierden por año en el mundo. Sudamérica y Africa Subsahariana son los dos continentes que se encuentran a la vanguardia de tamaña depredación. La producción de aceite de palma, soja, carne vacuna y la maderera acompañan a los países con más alta deforestación. Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Indonesia, Malasia y Papúa Nueva Guinea encabezan esta triste perversa estadística.
La otra cara la podemos observar en los países ricos, donde los bosques no sólo han detenido en gran medida su deforestación sino que además se está dando un proceso a la inversa, es decir sus bosques están aumentando.
Los países nórdicos marchan a la vanguardia en muchos aspectos. Los sueldos, su sistema educativo, sus equitativos impuestos, su sistema de salud, el bajo desempleo, etc. También han decidido ponerse a la vanguardia en políticas ambientales.
Noruega ha determinado declararle la guerra a todos los productos, en su cadena de suministro, que contribuyan a la tala de árboles, convirtiéndose en el primer país del mundo en prohibir la deforestación.
Sin embargo fuera de sus fronteras es conocida por llevar a cabo una feroz caza de ballenas y por la presión que ejerce a favor de sus empresas salmoneras generadoras de enorme daño ambiental en el sur de Chile. No es ninguna casualidad que sus petulantes reyes viajen hasta Puerto Williams para hacer lobby a favor de Nova Austral, empresa que se encuentra instalando las primeras salmoneras en Puerto Toro. ¿Acaso alguien duda que esta visita no persigue además una manera de coaccionar a las autoridades argentinas?
Nova Austral empresa instalada hace años en Chile pero de origen noruego, quien además compró las concesiones cercanas a Puerto Williams, se vende como “una de las pocas empresas chilenas productoras de salmón con proyecciones de incrementar su producción durante los próximos años y de continuar su historia del desarrollo sustentable, gracias a sus programas de innovación y excelencia”.
Pero esta misma empresa ha causado accidentes con miles de salmones que escaparon de sus jaulas, justificándose con que “nunca les había pasado”. En el año 2014 fueron denunciados y sancionados en reiteradas oportunidades por las autoridades ambientales de ese país “por instalar infraestructura fuera del área de concesión, por disponer de mala manera el material ensilado, por tener permisos caducados para la planta de tratamiento de aguas servidas y en otros casos por no tenerla habilitada, por el mal manejo de residuos peligrosos y por contaminar la zona con plumavit —poliestireno— entre otras falta”.
Cuatro años después es objeto de cuatro nuevas denuncias «En ellas resaltan, por ejemplo, que en un centro de engorde ubicado en el Seno Lyell, al interior del Parque Nacional De Agostini, la empresa tiene 35 balsas jaulas en lugar de tener las 20 permitidas en su permiso ambiental, lo que se puede comprobar a través del visualizador de mapas de la Subsecretaría de Pesca, el organismo en Chile encargado de regular la actividad acuícola. El mismo problema se repite en un centro de engorde más, donde la empresa ha instalado 29 balsas jaulas, a pesar que su permiso autoriza 22 y, además, 15 de ellas se encuentran fuera del área concesionada».
Estas mismas empresas que en Noruega soportan duros controles sostenidos por una legislación absolutamente rigurosa, una vez en zonas australes utilizan, por ejemplo, el 700 % más de antibióticos en sus salmoneras, para combatir parásitos, virus y otras enfermedades, transformando todo el ecosistema mediante el hacinamiento de hasta 50.000 salmones por jaula, orinando y defecando sobre las, por ellos mismos promocionadas como estrategia de marketing, más prístinas aguas del planeta.
Pregúntese el amigo lector en qué pudo quedar el tan mentado estudio de capacidad de carga del Gobierno de Tierra del Fuego, (al que no nos permiten acceder) cuyos costos pagamos todos los fueguinos, basándose en la capacidad de soporte y producción de este lado del Canal Beagle, sin haber considerado las jaulas que hoy se están instalando del otro lado del canal, como si se tratara de un ecorregión no compartida entre dos naciones.
Las autoridades chilenas están vendiendo el alma al diablo. Atrás parece quedar el orgullo de ser la «Reserva de la Biósfera», las zonas más puras y australes del mundo. Mientras tanto de este lado seguimos con el hermetismo, la mentira y las ambiguas declaraciones de funcionarios de tercera, especializados en hablar mucho y decir poco, adecuándose a un Gobierno que anhela continuar en el poder, para seguir en su empecinado afán de transformar, lo que podría ser el «living del mundo», en el inodoro del mundo, eso sí con el guiño de algunas monarquías.

(Material consultado: Salmonicultura se instala en las vírgenes aguas de la reserva de la Biosfera Cabo de Hornos / Autores: Mongabay Latam / Michelle Carrere.)


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