“Va a haber temporada de invierno, eso está fuera de discusión”, aseguró Brisighelli

“Va a haber temporada de invierno, eso está fuera de discusión”, aseguró Brisighelli

“Nadie está planteando la interrupción de la actividad turística en Argentina. No tenemos dudas, o por lo menos no las que teníamos para el verano”, contó el presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia.

 

El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, dijo en diálogo con la prensa, que «el punto es pensar qué temporada de invierno vamos a tener: si va a ser normal o va a ser como este verano, limitada al público nacional. A medida que pasa el tiempo, la posibilidad que vemos de tener una temporada con turismo internacional, es cada vez más lejana».
En este sentido, indicó que «una apertura total es muy difícil. Se está trabajando en el ingreso de los equipos olímpicos que vienen a entrenar. Hay un DNU que habla de los equipos deportivos de alta competencia. Entonces, como es el Ministerio de Turismo y Deporte, se está trabajando con ellos para que se introduzcan estos equipos, ya que tienen su burbuja y demás. Es el mismo mecanismo que se usaba para los equipos de fútbol de la Copa Libertadores».
Y destacó que «por ese lado, quizás haya una lucecita. Hay mucho movimiento para ese segmento: restaurantes, transporte, hoteles. Si bien no son muchos, generan un movimiento importante».
Al ser consultados por la actividad de los cruceros, dijo que «son necesarios todos los protocolos, porque son los que les dan la previsibilidad a las empresas. Es el que dice cómo va a operar o, simplemente, si va a poder hacerlo. Puede ser que sea extremadamente estricto y que no permita la operación. Es necesario porque es lo que evita las sorpresas. Y en el turismo la previsión es imprescindible. No hay forma de trabajar sin esto».
Asimismo, planteó que «hay dos realidades distintas entre los cruceros de transporte y los antárticos. Los antárticos tienen una ventaja muy importante: no salen del país. Van por Ushuaia, ingresan a la Antártida y vuelven a Ushuaia. La posibilidad de un contagio externo o de lo que fuera con alguna otra persona es imposible. Porque no hay contacto e interacción con nadie en todo el viaje. Si hay algún contagio es porque venía desde antes».
«Entonces son mucho más fáciles de manejar que los cruceros de gran porte, que hacen viajes internacionales. Hoy lo que se está trabajando es destrabar los cruceros antárticos porque es la opción menos riesgosa», agregó.
E insistió en que «la anticipación es necesaria. Las empresas de viajes deben ofrecer viajes que estén listos entre 90 y 120 días antes del inicio. Entonces, son cuatro meses de anticipación. Cuando vos vas a ofrecerle a un pasajero que te pague, tenés que asegurarle que va a poder viajar. Para los viajes que tenemos y empiezan a finales de octubre, tenemos que pensar que para fines de junio, acá no más, a la vuelta de la esquina, hay que darles las certezas a los pasajeros. No es que el verano está tan lejos y tenemos tiempo. El 30 de junio es una fecha importante para tener toda esta cuestión solucionada. Si no, empezamos a amontonar cancelaciones».
En otro sentido, se refirió a la reunión que mantuvieron con el Gobierno para trabajar en el proyecto de ampliación del Puerto de Ushuaia; «fue una reunión con la gente de Obras Pública el Puerto. Se presentó un borrador de los dos proyectos que están manejando. No en lo referente al estribo principal, sino a puertos menores y la terminal de pasajeros para las excursiones».
«Primero la ampliación de los peines de amarre. Hoy cualquiera que pase por el puerto puede ver que los barcos están todos amarrados uno al lado del otro. Eso complica el mantenimiento de los barcos, porque se golpean; dificulta el embarque de pasajeros y lo hace un poco más riesgoso. Es decir, no es una situación para nada ideal, es un problema bastante grave. Cuando un barco adentro tiene que salir hay que sacar el barco de afuera para que salga. Eso se solucionaría con dos cuestiones: reparar el viejo muelle de catamaranes, que se rompió en el 2012 con una tormenta. Y hay otra idea de construir un tercer peine al lado de la base. Y extender un poco los muelles actuales para permitir que los barcos tengan cada uno su muelle de amarre», contó.
Y agregó que «hay algunas cuestiones para tener cuidado, por ejemplo a la altura del museo del fin del mundo hay un banco de piedras bastante importante que se puede ver cuando baja un poco la marea. Hay que tener cuidado con el lugar en el que se ponen los muelles por las maniobras que hacen los barcos. Eso por un lado, y es parte de aquellas cuestiones que le venimos planteando al puerto que son necesarias».
«En segundo lugar está la terminal, donde hoy está la casilla de acceso al puerto. Eso se demolerá y se construiría un edificio mucho más importante: con una boletería, un área de seguridad, un área de espera, con oficinas administrativas y todo lo que se necesita para que estén los pasajeros. Nosotros vemos esa área como un lugar de tránsito, más que de espera. No es un aeropuerto donde necesitas un sector para juntar a toda la gente. El puerto no tiene esa dinámica, la gente puede esperar en los barcos con mucha anticipación. Hay que pensarla como un área de flujo. Una vez que la gente tiene su ticket va a poder embarcar. Quien entre primero va a acceder a la ventana», continuó.
Sobre esto, recordó que «todos hemos visto que se forman colas larguísimas para ingresar en la boletería a la hora de salida de los catamaranes. Esas colas hoy se producen porque el puerto no permitía el ingreso de los pasajeros hasta media horas antes. Por eso se producía ese tapón. Esto se ha hablado y el flujo a los catamaranes sería casi inmediato. El pasajero podría comprar el ticket, subir al barco si ya está listo y esperar en su lugar».
Finalmente habló sobre el estado del rubro tras el turismo de verano; «ese volumen fue fantástico, estamos muy contentos con el volumen que tuvimos. Pero porque estuvimos parados nueve meses y después de eso cualquier cosa es buena. Sirvió para generar los fondos para cumplir con el verano y unos meses después. Es decir que para fines de mayo nos vamos a quedar sin plata. Y el resto del invierno, que históricamente es deficitario, y estos meses las empresas van a tener que afrontarlo con los fondos del Estado y con la plata que les haya quedado», explicó.
«Todas las ayudas del Estado sirven. El domingo salió un anuncio muy importante para las empresas de turismo: la eximición de los aportes patronales hasta diciembre. Esto sirve mucho, porque si no por un lado nos dan una ayuda y por otro nos siguen cobrando todos los impuestos», concluyó.


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