Actividad sísmica en el Pasaje de Drake.
El fenómeno, que alcanzó una magnitud de entre 7.5 y 7.8, tuvo lugar el martes en el mar austral pero continúa produciendo réplicas. Los especialistas insisten en la importancia de estar siempre preparados, ya que se trata de una zona sísmicamente activa.
El USGS, Servicio Geológico de Estados Unidos, reportó múltiples réplicas en el Pasaje de Drake. En la imagen se marca el evento ocurrido a 263 km de Ushuaia, a las 01.55 del día lunes 5 de mayo, de 4.7 de intensidad y otro, a las 05.49 del mismo día, de 4.6.
Desde el fuerte sismo ocurrido el martes pasado en el Pasaje de Drake, frente a las costas de Tierra del Fuego, ya se registraron más de 159 réplicas de distintas intensidades. El evento principal, con una magnitud estimada entre 7.5 y 7.8 según distintas fuentes, fue percibido en la capital fueguina y generó preocupación por su inusual magnitud. El secretario de Protección Civil de la provincia, Pedro Franco, afirmó que la situación debe ser considerada un punto de inflexión: “No hay más excusas. Hay que empezar a trabajar en serio en la difusión y preparación de la población. Cada ciudadano debe saber qué hacer antes, durante y después de un sismo”, expresó. En ese sentido, mencionó medidas concretas de autoprotección como definir un plan de evacuación domiciliario, establecer puntos de encuentro familiares, identificar zonas seguras dentro de la vivienda y preparar una mochila de emergencia, que puede ser reemplazada por un bolso, una caja o un recipiente práctico. Durante el sismo, recomendó buscar resguardo bajo una mesa resistente o desplazarse con precaución hacia el punto de encuentro, y advirtió que tras el temblor es clave no encender luces ni gas, evitar el uso excesivo del teléfono para no saturar las líneas de emergencia y chequear posibles daños estructurales antes de reingresar a una edificación. “Cuando el evento es de gran magnitud, el Estado tarda en llegar porque todos los servicios también se ven afectados. Por eso la autoprotección individual es vital”, subrayó.
Por su parte, el geólogo Víctor Ramos, experto en placas tectónicas, calificó al sismo como “histórico y poco frecuente”. Señaló que el fenómeno se produjo por el roce entre las placas Antártica y Scotia, que se encuentran en disposición paralela. A diferencia de zonas de subducción como San Juan o Mendoza, aquí no hay una placa que se deslice debajo de la otra, lo que reduce el riesgo de daño en tierra. Sin embargo, Ramos indicó que hubo al menos ocho réplicas superiores a los 5 grados en la escala de Richter, lo que da cuenta de la potencia del fenómeno.
El geólogo Matías Ghiglione coincidió en el análisis tectónico de su colega y alertó sobre la posibilidad de tsunamis debido a que el epicentro se ubicó en el océano. “Hay una potencialidad mayor de tsunamis, aunque con el correr de las horas ese riesgo disminuye.
Además, las islas frente a Ushuaia o Puerto Almanza podrían actuar como una barrera natural”, explicó. Ambos especialistas coincidieron en que, si bien sismos de esta magnitud no son frecuentes en la región, el evento reciente debe tomarse como un llamado de atención. “La zona es sísmicamente activa. La mejor manera de prepararse es tener en claro que, si se siente un sismo, hay que evacuar las zonas bajas lo antes posible”, concluyó el experto.