Se suspendió hasta el próximo 15 de febrero el inicio del juicio a la pareja de la víctima y único imputado en la causa.
Zulema Medina, estrangulada en su casa el día 22 de febrero de 2022, conocida con el apodo de “la Tucu”, estaba siendo chantajeada, vía Facebook, por una reconocida delincuente de Ushuaia. La amenazaba con revelar cuestiones de su vida de ese momento y pasada y le exigía dinero por su silencio. Extrañamente la Justicia no ahondó en la situación denunciada por una amiga y por los hijos de la víctima y parece centrarse solo en el femicidio que se le imputa a José Lencina, el que se ignora si actuó en acuerdo con la chantajista.
Aunque la Justicia de Tierra del Fuego parece encaminada a no ahondar demasiado en el violento crimen que todo indica fue cometido materialmente por la pareja de Zulema Medina, existen en la causa sustanciada por la titular del Juzgado de Instrucción Nro. 2 del Distrito Judicial Sur, María Cristina Barrionuevo, otros puntos salientes que no deberían ser pasados por alto porque podrían estar vinculados a terceras personas.
Así lo expresó la amiga de Zulema, V.B.S, quien reveló que el único imputado en el caso, José Lencina, un sujeto de 35 años apodado “El Mendocino”, “El Mendo” y “Chulín”, consumía cocaína y marihuana en la casa de la víctima y que le sustraía dinero. La mujer aportó un dato fundamental que fue tomado superficialmente por la Justicia y que es la existencia de amenazas y chantaje a “la Tucu”, por parte de una reconocida delincuente de Ushuaia, quien ha estado involucrada en numerosos delitos contra la propiedad e inclusive en la cruenta muerte de un equino, también robado. Los hijos de la fallecida, de 20 y 24 años de edad, consignaron también que su madre estaba siendo extorsionada por A.L., tema que la afligía pero que trataba de evitar contarles en detalle.
V.B.S relató que el día 18 de febrero de 2022 Zulema le comentó que a través de la red social «Facebook», un usuario con el nombre A.L. la había contactado para decirle que sabía cosas de su pasado, como por ejemplo que había sido encargada del local nocturno «Candilejas» y de «La Habana» y por otro lado la acusaba de ser vendedora de drogas. La amiga dijo que L.A., le pedía dinero a Zulema para mantenerse callada, caso contrario “le iba a dar piso”, es decir, la iba a matar. V.B.S agregó que su amiga le mostró la pantalla del celular en donde A.L. le decía “¿Con cuánto arreglamos?. También manifestó que Zulema creía que A.L. actuaba en complicidad con su pareja, José Lencina, dado que ciertas cuestiones de su pasado solo se las había revelado a él y ahora aparecían como motivo de extorsión por parte de la mujer dueña de un frondoso prontuario policial.
Otro hecho que V.B.S consideró vinculante entre la chantajista y la pareja de Zulema, es que A.L le exigió que se fuera de la isla, diciéndole frases como “te voy a hacer bosta si no lo haces”, amenazándola con atentar contra ella y contra su familia: “Sabemos de tu vida, de tus hijos, de tu abuelo y tu familia en Tucumán… sabemos todo” – le escribió. El uso del plural, hace pensar a V.B.S que A.L se estaba refiriendo también a José Lencina.
Desde cuatro días antes de la muerte de la propietaria del kiosco “Gael”, los mensajes amenazantes se multiplicaron, siendo inútiles los bloqueos efectuados a varios números de teléfono – relataría la amiga de Zulema – porque de todas maneras la autora de los mismos se las ingeniaba para llamar desde otras líneas, siempre exigiendo dinero a cambio de su silencio.
También la hija de la occisa, A.E.C.M, refirió que un tiempo atrás su madre le había comentado que una mujer a la que identificó como A.L., en varias ocasiones la había amenazado con matarla y con ir al negocio “para romperte todo”. La joven agregó que su madre no abundó en mayor información dado que era muy reservada y no contaba mucho sobre sus problemas personales e intimidades.
¿Se limitarán los jueces solo a juzgar a José Lencina por femicidio y cerrarán el caso?. ¿Aplicarán la ley del menor esfuerzo recurriendo a la perspectiva de género para condenar rápidamente a quien a todas luces habría sido el ejecutor material de una muerte cruenta? ¿O se abocarán a determinar si la muerte de Zulema Medina sobrevino como producto de un plan pergeñado con la intervención también de otras personas que intentaban sacarle dinero a cambio de silencio?. Esto se sabrá a mitad de mes, cuando se inicie por fin el juicio ya que el mismo, que debía comenzar el lunes 6 de febrero, se pospuso hasta el día 15, debido a la presentación de un certificado de salud por parte de uno de los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal.
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