El gerente de gestión tecnológica de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales -conae- destacó los beneficios de recibir información en materia de seguridad, como la vigilancia de la plataforma marítima, y aplicaciones para el agro, como la medición de humedad del suelo.
El gerente de gestión tecnológica de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales –CONAE-, Leonardo Comes, expuso su entusiasmo por la inauguración formal de la estación Terrena en Tolhuin, que ya está brindando servicios.
Ayer se llevó adelante el acto oficia con la presencia de autoridades de nación, provincia y municipios. “La estación se encuentra hace poco tiempo dando servicios a la misión argentina de SAOCOM. Es un proyecto que comenzó hace algunos años y hoy ya se ve plasmado. Nos pone muy contentos estar operando con la estación, que comenzó con el satélite SAOCOM para el servicio de telemetría, que es toda la información que se baja del satélite para conocer el estado de salud del mismo, y lo que tiene que ver con la parte de comandos para mantenerlo en órbita, y poder programar adquisiciones del mismo. Eso está en funcionamiento y acabamos de instalar una segunda antena”, informó.
“A partir de ahora va a empezar a dar servicios a su capacidad total”, afirmó, y dijo que “a diferencia de los geoestacionarios, en este tipo de emisiones satelitales tienen solamente unos 12 minutos para hacer las actividades. En un geoestacionario uno ve el satélite todo el tiempo y puede comandar y recibir información en todo momento. Es muy crítico en una pasada poder llegar a hacer todo. Si uno llega a tener cualquier problema con una antena, con esta segunda antena nos va a servir de respaldo en caso de tener una falla en la principal”.
“El satélite lo estamos recibiendo entre cinco y seis veces por día en este tipo de órbita. Mientras uno más al sur está con este tipo de estaciones, es mayor el tiempo de contacto y visibilidad con el satélite. Si bien nuestra estación principal está en Córdoba, la localidad de Tolhuin nos permite tener esta visibilidad”, explicó.
“Lo más austral en el continente americano de este tipo de instalaciones está en Tolhuin, porque no hay otra más al sur, por lo cual se destaca esta particularidad de la estación. Cada vez que hay una pasada, se conecta al satélite, se establece un enlace, y el centro de control de emisión que está en Córdoba ya tiene una serie de comandos planificados. El satélite SAOCOM tiene un radar que permite formar una imagen, independientemente de si hay nubes o no. Desde el centro de control de emisión necesitan poder comandar para decirle al satélite que prenda determinado instrumento cuando esté pasando por un lugar de interés. Para poder enviar ese comando, se utilizan las distintas estaciones, por ejemplo la de Tolhuin. Una vez que el satélite tomó la información para poder bajarla, necesita de estaciones terrenas con equipamiento para poder conectarse a través de una antena, y luego recibir y enviar la información al centro para procesarla y formar la imagen”, detalló Comes del funcionamiento.
“Cada pasada dura unos 12 minutos y es el tiempo que tenemos para hacer todo esto. Hoy la operación de la estación terrena en Tolhuin se está haciendo remotamente. Tenemos gente aquí para actividades de mantenimiento de primer nivel. Es una estación que recién está arrancando con sus actividades y se avizora un futuro en el cual esta estación va a crecer enormemente. La capacidad utilizada ahora es pequeña y vamos a necesitar más apoyo de personal para la parte de comando remoto y personal de apoyo local”, anticipó.
“La antena principal la instalamos el año pasado, en un año ya instalamos una segunda antena, y estamos previendo una cantidad de emisiones que van a tener que ser soportadas desde aquí. En la comunidad internacional ya se está conociendo esta facilidad y están solicitando poder utilizar estos servicios. A uno le hace prever que esto va a seguir creciendo en un futuro”, insistió.
“La Argentina es el octavo país en el mundo, si uno suma su plataforma continental y marítima, y es imprescindible contar con esta tecnología, que va a proveer distintas aplicaciones. Por ejemplo, lo que tiene que ver con nuestra gran plataforma marítima, el monitoreo de las famosas 200 millas para ver qué actividades se están haciendo. Nuestro mar es muy rico y apetecible para los distintos actores internacionales y, sin este tipo de tecnología, no se puede vigilar. Además el satélite permite censar la humedad del suelo, y en nuestro país el campo tiene un peso importante en el PBI. Se puede tener una previsión del tipo de cosecha y cuán apto está el suelo para poder hacer una siembra”, citó como ejemplo de la utilidad de esta tecnología.
“Hay aplicaciones para el agro, para la seguridad, es un satélite que le va a llevar varios beneficios a la comunidad”, concluyó Comes.
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