UN MILAGRO EN AVENIDA MAIPU.
En un gesto de absoluta imprudencia, el chofer de un camión que transportaba un contenedor suelto sobre un semi, estuvo a punto de causar una desgracia.
El sonido se escuchó a varias cuadras a la redonda: un contenedor de hierro cayó hacia un costado desde el semi que lo transportaba porque evidentemente no estaba sujetado como marcan las normativas y el sentido común.
Personal de Prefectura Naval y de la Comisaría 1era., se dirigieron a avenida Maipú y Yaganes, a alrededor de las
10, encontrando a la gigantesca caja metálica – de unas cuatro toneladas cuando está vacía y de 15 a 20 cuando está llena – completamente apoyada sobre su lateral derecho. Lo que había ocurrido era obvio: se había caído hacia un costado del camión Ford 1933 conducido por Jorge Cruciani, no aplastando milagrosamente a nadie, en una vereda que tiene constante desplazamiento de residentes que practican caminatas y paseos, y de intensa circulación de turistas.
Cruciani comentó al personal bomberil, policial y prefecturiano que momentos antes de llegar a la esquina a bordo de su camión semirremolque “sintió un leve movimiento de la carga, viendo después que se caía”.
De esta manera quedó en evidencia que el contenedor no estaba fijado a la plataforma del semi y que bastó un leve vaivén en la marcha para constituirse en un elemento mortal que pudo haber aplastado a quien hubiera estado al lado.
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