El juez Hugo Morato aseguró que en Ushuaia hay un problema social muy complicado y no se va a resolver con la tolerancia cero.
El juez de faltas Hugo Morato se refirió al reclamo del concejal Tomás Bertotto para que se aplique la ordenanza de alcohol cero, y sostuvo que no solucionará el grave problema social de consumo, tanto de alcohol como de drogas.
En diálogo con la prensa, respondió a los cuestionamientos de Bertotto por sus declaraciones públicas en contra de la ordenanza. “Yo cumplo mi trabajo, no hago política. Me preguntaron qué opinaba de la alcoholemia cero y contesté, porque tengo derecho a opinar como ciudadano, y no me parece la solución”, manifestó.
“Hay un problema social muy complicado que no lo vamos a resolver en el juzgado de faltas ni el concejo deliberante o la municipalidad. Todos los días tengo causas por ciudadanos que saltan controles, ven y huyen, salen en contramano. Ahora se dio un hecho luctuoso y surgió esta polémica; pero este marco de no tomar si se sale a manejar, se viola a diario”, afirmó.
Según la jueza correccional Maiztegui Marcó y el Dr. Federico Rauch, no se puede implementar la ordenanza porque colisiona con la norma nacional. El Dr. Morato compartió el criterio de que “la ley nacional establece el límite de 0,5% y la provincia adhirió en muchos aspectos”, pero insistió en que “el problema no es este, sino ver si la alcoholemia cero mejora la conducta social o no”.
“Si un adulto sale a comer con su señora, toma media copa de vino, sale y le hacen la alcoholemia, le va a dar 0.15 ó 0.20%; y por eso le sacan el coche y le hacen una multa. Realmente no sé qué reacción social pueden tener con eso. Otra cosa es el que sale, bebe y, como nos ha ocurrido, tenemos registros de 2.99%”, diferenció, recordando que es el límite del alcoholímetro.
“Yo no voy a entrar en la polémica porque mi función no es polemizar. Si la ordenanza se establece, se cumplirá”, adelantó, pero aportó otro ejemplo: “Si alguien consume ensalada con vinagre de alcohol, va a dar positiva la alcoholemia, con un registro muy bajo pero por sobre la tolerancia cero. Si a alguien le aparece 0.10 ó 0.15, porque comió un bombón de licor o una ensalada con vinagre, va a traer consecuencias sociales”, alertó sobre las implicancias de esta medida.
Destacó “la preocupación del Ejecutivo municipal, que realiza controles incluso en horario diurno” y dijo que “ha habido alcoholemias positivas a las 10 u 11 de la mañana. Estamos complicados socialmente”, lamentó y, al igual que la jueza correccional, llamó la atención sobre la falta de control de consumo de droga al volante. “La droga no se mide”, señaló, pese a que está previsto en la ley nacional.
Respecto del nivel de alcoholemias, dijo que es alto y “hay cerca de 400 al mes de junio. También se han incrementado los controles. El promedio no baja nunca de 15 por semana, y en menos de un mes está la sentencia. Normalmente cuando da positivo y tiene un nivel importante, se lo inhabilita. El agravamiento de las penas tiene muchos marcos. Implica multas que no son baratas, y cualquier alcoholemia que supere el 1% está condenada con 1.700 UFAs que hoy son casi 30 mil pesos”, estimó.
“He visto al intendente estos días y está muy preocupado por esto”, insistió, reiterando que no pasa por la alcoholemia cero la solución, “porque todas las semanas tenemos gente que evade el control”.
“Yo tengo las estadísticas, el personal se ha puesto la camiseta y ha trabado mucho, con el grupo de abogados con los que estamos sacando no menos de 10 ó 15 fallos por semana con relación a la alcoholemia. Con toda sinceridad, no me extrañó lo que pasa”, concluyó sobre el incidente que desató la polémica.