La Justicia la imputó por el delito de lesiones.
La uniformada sufrió lesiones en cuello y cuero cabelludo al ser agredida por una mujer de 21 años de edad que se presentó en la dependencia policial en estado de ebriedad, junto a su hijo de corta edad. El miércoles 11 de noviembre la agresora deberá comparecer en sede judicial.
El pasado domingo 8 de noviembre a alrededor de las 4.30 de la madrugada, se presentó en el edificio de la Comisaría 4ta de la ciudad de Río Grande, una mujer con un menor, exigiendo que se localizara a una amiga de ella con la que pensaba pernoctar luego de haberse peleado con su pareja.
Desde la institución se informó que la agresora de hallaba bajo los efectos del alcohol cuando se le abrió la puerta del hall frío del edificio policial, con la finalidad de hacerla pasar a una oficina, en donde atenderla mejor junto a su hijo.
Fue entonces, continúa relatando la fuente oficial, cuando la mujer se ofuscó y exclamó “¡Esta no es forma de atender a la gente!”, para luego sin razón alguna tomar del cabello a una suboficial, arrojarla contra un panel de yeso, quedando la pared con las marcas del violento episodio. A raíz del forcejeo entre las dos mujeres y ante la mirada del niño, la mujer Policía perdió parte de su cabellera en la zona frontal de la cabeza y sufrió rasguños en el cuello.
Una vez que los demás policías presentes lograron reducir a la agresora, esposarla e identificarla como Karen Jacqueline Ojeda, de 21 años de edad, se le comunicó que se encuentra incursa en una causa por los delitos de atentado, resistencia a la autoridad, y lesiones.
Debido a que Ojeda se encontraba junto a su pequeño hijo, se dio intervención inmediatamente a la Comisaría de Género y Familia mientras que la Fiscalía ordenaba que se encuadre la acción de la mujer en un procedimiento de flagrancia, bajo la carátula del delito de lesiones, sin afectar su libertad.
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