CORONAVIRUS ¿Sensación o realidad?: la ciudadanía no se siente protegida

CORONAVIRUS ¿Sensación o realidad?: la ciudadanía no se siente protegida

EL DIA D: EL 11 DE MARZO, AL DECLARARSE EL CORONAVIRUS COMO PANDEMIA, EN TIERRA DEL FUEGO SE DISPUSIERON MEDIDAS ACORDES A LA GRAVEDAD DE LA SITUACION. SEGÚN LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD SON 120 MIL LOS INFECTADOS, MAS DE 4 MIL LOS FALLECIDOS POR LA ENFERMEDAD Y 65 MIL LOS RECUPERADOS.

La sensación de desprotección se manifiesta particularmente en la capital fueguina, adonde la llegada de los cruceros turísticos dejó de ser un motivo de alegría e interés fotográfico, para ser ahora causa de preocupación.
Diario Prensa Libre dialogó con varias personas a las que les preguntó qué opinan acerca de la pandémica enfermedad y qué medidas toman a modo de prevención, dividiéndose casi en partes iguales las respuestas obtenidas entre la franca preocupación y el total descreimiento.
“Esto es un invento de los medios que permanentemente con el periodista Mauro Viale a la cabeza están hablando del tema. Le meten miedo a la gente. Muere mucha más gente de hambre, de cáncer, de enfermedades coronarias y de gripe en el mundo que lo que pueda causar el famoso coronavirus”, arrancó diciendo Laura, a quien no fue necesario siquiera preguntarle si ella a nivel personal o en su familia, tomaban algún tipo de medida preventiva.
En el otro extremo, Juan, señala al gigantesco Coral Princess, amarrado en el muelle de Ushuaia y del que descendieron tres mil pasajeros, indignado: “Es increíble que en todos los puertos del mundo se estén tomando recaudos para evitar la diseminación del coronavirus y acá en Ushuaia no se haga nada de nada. Podría haber personal sanitario apostado en la plataforma portuaria, tomar la temperatura, hablar con el pasaje… pero no. Los visitantes bajan a la ciudad, entran a las confiterías y a los comercios como si nada. Ojalá no nos dejen ningún regalito”.
Marcia por su lado, no está menos enojada: “De qué prevención hablamos si tanto en Rio Grande como en Ushuaia están diciendo que el jueves (por hoy) van a hacer paro por reclamos salariales. Es increible, el mundo está sacudido por el coronavirus y acá a los empleados de los nosocomios se les ocurre parar en momentos en que como todos, tendrían que estar codo a codo trabajando para actuar rápidamente si se produjera algún caso… Es una absoluta falta de solidaridad y de coherencia de los trabajadores de los hospitales y de falta de autoridad del Gobierno que mira para otro lado y no les exige que cumplan con sus responsabilidades”.
Marcos consiente en dar su opinión y ante la pregunta de si toma alguna medida, como por ejemplo mayor cantidad de lavado de manos, responde: “No solo yo. Toda mi familia está concientizada de la importancia de lavarse las manos muchas veces en el día y particularmente después de venir de la calle o de tocar barandas, los barrales de los carritos del supermercado o cualquier superficie en espacios de uso público. No cuesta nada, es solo cuestión de acostumbrarse. Hace falta creo yo mayor información. El Gobierno debería machacarle a la gente a través de todos los medios posibles que hay que cuidarse”.
A su turno, Martín comenta escéptico: “¿De qué prevención y cuidados nos hablan si en los hospitales de la provincia no hay camas ni para hacer frente a un sismo? Dios nos tiene simpatía porque de no ser así y si hubiera un temblor mínimo, dado que vivimos en una zona sísmica, ya estaríamos todos muertos. No hay capacidad de respuesta. Los funcionarios ganan más y más pero no se preocupan de lo importante como es tener hospitales con suficientes camas para albergar a los enfermos. Los edificios son viejos y varios talles más chicos que lo que la gran población de Rio Grande y de Ushuaia demanda. ¡Dios nos ayude si hubieran casos de coronavirus en la provincia!”.
De modo coincidente con la opinión de otras personas, José pone en palabras sus miedos: “Es inaudito que las autoridades estén viendo desde sus cómodos despachos en la Casa de Gobierno, justo frente al puerto, como llegan los barcos provenientes de tantos lugares del mundo y sus pasajeros bajen como si nada. No digo que no los dejen bajar como han hecho en algunos puertos pero que se tome alguna medida de prevención al menos. Ayer había un crucero muy grande y no había una ambulancia siquiera con alguien tomando la fiebre… somos un desastre”.


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