Corredor del Beagle: Fundación Ushuaia XXI reclama poder tener acceso al estudio de impacto ambiental

El presidente de la ONG, Julio Lovece, aseguró que ese estudio ya está en manos del gobierno provincial y es el paso previo a la audiencia pública. Cuestionó las “contradicciones” sobre el uso que se le dará a la ruta 30.

El presidente de la Fundación Ushuaia XXI, Julio Lovece, reclamó a través de las redes sociales el estudio de impacto ambiental, solicitado por nota en el mes de abril de este año, y adelantó ayer a la prensa que reiterará el pedido, a partir de información de que estaría concluido por parte de la empresa adjudicataria.
“Tenemos la información de que ese estudio ya se ha hecho y estamos insistiendo para poder acceder al mismo porque, si es así, es inminente que en cualquier momento se seguiría con el siguiente paso, que es la audiencia pública. Para poder opinar del estudio de impacto ambiental tenemos que acceder a esta información”, planteó.
“Esto lo venimos pidiendo desde abril de este año y, cuando enviamos la nota, nos aclararon que no estaba hecho el estudio, de forma verbal. Nos llama la atención que no hayamos recibido ninguna otra información y, si está hecho ese estudio, nos genera incertidumbre porque pasamos de una etapa en que ni siquiera estaba definida la traza a otra etapa donde ya está hecho el estudio”, sostuvo.
“Si el estudio está hecho y no nos dan acceso al mismo, estarían infringiendo la ley 653 de acceso a la información pública. Seguimos con esta actitud bastante reacia por parte del gobierno a compartir información que debería ser pública”, cuestionó.

Presidente de la Fundación Ushuaia XXI, Julio Lovece

Aclaró que “a diferencia de otras ONG, la Fundación Ushuaia XXI no se opone a la construcción de la ruta. Nosotros creemos que es necesario hacerla, pero con una mirada totalmente diferente de lo que intuimos que va a pasar con esa ruta. Si el gobierno dice que va a ser una ruta turística, tiene que serlo realmente, y para eso tiene que cumplir con una serie de características. A juzgar por la información que se nos ha pasado hasta ahora en forma verbal en algunas reuniones que hemos mantenido, descubrimos que hay ciertas contradicciones. Se supone que es una ruta turística y no una ruta alternativa para llegar al norte de la isla, por lo menos no para la actividad comercial. Si es una ruta turística, tiene que tener una determinada categoría, un ancho de ruta, un respeto por la naturaleza, el paisaje, los recursos escénicos, culturales e históricos que tiene toda la zona; y entendemos que esto no va a ser respetado en caso de que la ruta se transforme en una vía de comunicación más, con movimiento de camiones y de vehículos de cualquier porte”, advirtió.
“Vemos ciertas contradicciones en cuanto al objetivo real de la ruta. Hoy nos preocupa menos la construcción de la ruta que lo que se pueda hacer una vez construida. Por ejemplo, se habla de un desarrollo acuícola en la zona y creemos que puede generar serios problemas de contaminación del Canal Beagle. Tenemos ejemplos muy cercanos, en Chiloé, donde han hecho estragos con las salmoneras. Creemos que hay una especie de especulación de parte del gobierno respecto de la ruta, o hay algo que todavía no dicen respecto del uso que podría tener después. Por un lado, tenemos la preocupación de la traza, y si se van a respetar los valores existentes. El licenciado Ernesto Piana advirtió que los estudios sobre los yacimientos arqueológicos no se pueden hacer en este momento, y se tienen que hacer previo al estudio de impacto ambiental”, observó.
Reiteró que “hay una serie de contradicciones porque se habla de un desarrollo acuícola con el método convencional de cría de salmones; y por otro lado se habla de una granja multitrófica, y ambos proyectos no son compatibles -aseguró-. Esto lo dicen los biólogos que están estudiando el Canal Beagle desde hace décadas. Vemos cierta irresponsabilidad y cierta especulación que se contradicen con los objetivos de la ruta”.
Respecto de las versiones de que ya está hecho el estudio ambiental, dijo que “nos enteramos ayer de esto y la nota formal ya la habíamos presentado. Tenemos pensado insistirla, siempre en los mejores términos, porque no habiendo una oposición al proyecto, esto amerita que tengamos el mejor diálogo y que no se nos esté escondiendo información, a menos que haya contradicciones internas dentro del mismo gobierno respecto de cuál va a ser la característica de esta ruta”, barajó.
“Hemos tenido una reunión con el Ministro de Ciencia y Tecnología y con el Secretario de Agroindustria y Pesca de la provincia, quienes muy amablemente me atendieron. En esa reunión estuvo presente también el director del CADIC y se nos pasó parte de la información que estábamos requiriendo respecto de los proyectos de cría de salmón y granja multitrófica. El Ministerio de Ciencia y Tecnología dio una respuesta formal, pero no fue así de parte de la Secretaría de Agroindustria, a la que pedimos información de ambos proyectos”, dijo.
Apuntó que “hoy (ayer) salió publicado que ya el gobierno depositó los 95 mil dólares para el estudio de capacidad de carga del Canal Beagle para el desarrollo acuícola. Es decir que el gobierno sigue avanzando y creemos que se le está pagando a una fundación que propicia el desarrollo económico de Noruega para que nos digan qué capacidad de carga tiene nuestro canal. A esta gente le interesa hacer buenos negocios y sospechamos que no se van a respetar los valores que a nosotros nos interesa que se preserven del Canal Beagle. Ni siquiera tenemos una ley específica que regule esta actividad y son muy grandes los riesgos”, subrayó Lovece.
“No nos gusta pensar mal, pero las experiencias en otros lugares han sido desastrosas. En Chile el desarrollo acuícola de salmonicultura ha destruido la pesca artesanal y ha generado contaminación. Hay que tener mucho cuidado con el desarrollo de estas actividades y seguimos viendo que el gobierno retacea la información, un día dicen una cosa y al otro día dicen otra. Esto genera incertidumbre y se podría superar con buena información para poder opinar de todos estos proyectos”, expresó.
“Esta ruta nos va a salir alrededor de los 2.000 millones de pesos, y esto significa alrededor de 15 millones de pesos por kilómetro, y no sabemos qué vamos a desarrollar y con qué objetivo. Informalmente se nos ha dicho que hay posibilidad de que se desarrollen en la zona emprendimientos turísticos y estaríamos de acuerdo, porque una ruta turística amerita que cada determinada cantidad de kilómetros pueda haber alguna infraestructura para quienes van a pasear, un lugar para almorzar y para actividades recreativas. Pero si se está intentando captar inversores para construir hoteles, yo les pediría que traten de ser cuidadosos, porque podrían competir con la infraestructura que tenemos en la ciudad y generar un daño a nuestra infraestructura existente. Ojalá me equivoque, pero me parece que hay un afán especulativo con todo esto, sin medir las consecuencias que pueda llegar a tener”, concluyó.


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