“El hundimiento del Belgrano causó desolación en los fueguinos”

“El hundimiento del Belgrano causó desolación en los fueguinos”

La pobladora fueguina nos habla de sus vivencias de la guerra.

La abogada Liliana ‘Chispita’ Fadul, testigo de la última zarpada del Crucero General Belgrano desde la Bahía de Ushuaia, relató la conmoción que causó en la capital del entonces Territorio Nacional de Tierra del Fuego, la noticia del hundimiento de la icónica nave, el 2 de mayo de 1982. Entonces, la ciudad era pequeña y la presencia imponente del mítico buque, causó una honda impresión en la población fueguina. Justamente Fadul, muchos años después, impulsó en el Concejo Deliberante de Ushuaia y en la Cámara de Diputados de la Nación, el reconocimiento a la tripulación del avión Neptune, cuyos integrantes poniendo en riesgo su propia vida, lograron localizar a los náufragos, permitiendo su rescate.
“El hundimiento del Belgrano causó desolación en los fueguinos”

“Fueron momentos de mucha tristeza porque todo el mundo lo vio partir. Y cuando arribaron los heridos se produjo una verdadera conmoción. Alegría por los que sobrevivieron al desastre e infinita pena por los que no lograron regresar a Ushuaia”, comenzó evocando Liliana ‘Chispita’ Fadul, para continuar desgranando recuerdos:
“El día que arribaron a Ushuaia los náufragos también volvió entre ellos el marido de una amiga que logró salvarse en un bote salvavidas. Los llevaron a la Base Naval y nadie los pudo ver. Todos estábamos atentos y en especial mi amiga, claro. Para colmo esas noches eran de oscurecimientos constantes por la guerra…”.
Después nos enteramos que el avión de la Armada Argentina a cargo del capitán Julio Pérez Roca y al mando de Guillermo Arbini, los encontró finalmente después de volar mucho y no resignarse, pese a que no había ningún rastro.
En ese avión también iba José Alberto Andersen. Al final, cuando ya se estaban quedando sin combustible, divisaron una enorme mancha de aceite. No supieron qué hacer ante la situación en un primer momento pero enseguida decidieron en forma unánime seguir la búsqueda. Ahí fue cuando divisaron a los náufragos en gomones a la deriva. ¡Eso es amor a la Patria!. Hoy, tanto Arbini como Andersen viven en Ushuaia y son vecinos nuestros.
Ese acto de heroísmo y arrojo hizo la diferencia entre la vida y la muerte porque era casi seguro que si no los encontraba la tripulación de ese avión, esos 770 marinos no hubieran sobrevivido al gélido océano del Atlántico Sur. Por eso siempre quedó latente un reconocimiento a estos aviadores navales y ni bien tuve la oportunidad, siendo diputada nacional, impulsé un proyecto para que se los distinguiera con una medalla al valor por semejante acto de entrega. Ellos arriesgaron todo para encontrar a los supervivientes, aún a riesgo de perder sus propias vidas.
Hoy vemos muchos transatlánticos enormes en el puerto de Ushuaia, pero hace 40 años el puerto era más pequeño y la presencia de un buque imponente como el Belgrano causaba una enorme impresión. Su hundimiento y el destino que corrió parte de su tripulación, causó una gran angustia, en especial entre familiares y amigos, como en mi caso, que tenía una amiga cuyo esposo estaba en el crucero.
Aquellos fueron tiempos de gran incertidumbre. Toda Tierra del Fuego lo vivió de ese modo, recibiendo información a cuenta gotas y tratando de saber qué pasaba”.

“El hundimiento del Belgrano causó desolación en los fueguinos”

“Hay que tomar acciones más concretas con respecto a Malvinas”

Liliana Fadul, desde su banca en la Cámara de Diputados de la Nación, impulsó muchas iniciativas relacionadas con la Causa Malvinas. Una de ellas, votada por unanimidad, la abogada la explicó así: “Fue el primer proyecto que se me aprobó ni bien asumí. En él se instaba al Poder Ejecutivo Nacional a que solicitara a los miembros de la UNASUR y del MERCOSUR que no prestaran apoyo logístico (de sus puertos y aeropuertos) a empresas de países que tenían alguna actividad en Malvinas. En ese momento el Poder Ejecutivo Nacional logró plantear esa situación en el MERCOSUR y también prosperó y se aplicó, pero resulta que después es como que quedó diluido en el tiempo. Por eso sostengo que hay que tomar acciones más concretas y no me estoy refiriendo a cuestiones bélicas, sino a políticas más firmes, no solo desde las palabras, sino desde las votaciones en los organismos regionales e internacionales. Malvinas es un sentimiento y no hay que perder la esperanza de que esas tierras, usurpadas en 1833, vuelvan enteramente a nuestra soberanía. Nos pertenecen. Los que dejaron allí su vida y los que volvieron con honor luego de haber defendido la Patria, muchos de los cuales, lamentablemente terminaron por quitarse la vida, siempre tendrán el reconocimiento eterno del pueblo argentino”.
Finalmente, Fadul resaltó el trabajo de los veteranos de guerra en la concientización sobre la Causa Malvinas: “Nosotros tenemos en nuestro partido a Conrado Zamora, quien preside el Centro de Ex Combatientes de Ushuaia. El y sus camaradas siempre nos cuentan sobre los sucesos de aquellos días y la verdad que es muy importante la actividad que realizan por la cuestión Malvinas. Además fueron protagonistas, lo que les da mayor legitimidad a los planteos de soberanía de la Argentina en el Atlántico Sur en una causa que nos une a todos los argentinos”.

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Reconocimiento de la Cámara de Diputados de la Nación

A instancias de un proyecto de la entonces diputada nacional Fadul, se les otorgó medallas al Valor en Combate a los diez integrantes de la tripulación del Neptune 2-P-11 que avistó a los náufragos del Belgrano, con la inscripción “La Nación Argentina al Valor en Combate”. Se les reconoció el heroísmo que demostraron durante esa búsqueda, al haber llegado a los límites de consumo de combustible que poseía la aeronave, arriesgando sus vidas en pos de localizar las balsas donde yacían los sobrevivientes.
El 2 de mayo del año 1982 a las 16:02, el Crucero ARA General Belgrano fue alcanzado por dos torpedos disparados por el submarino nuclear inglés Conqueror que causaron su hundimiento, muriendo 323 marineros. El resto de la tripulación debió abandonar el navío, abordar las balsas de salvataje a donde permanecieron a merced del frío y del fuerte oleaje hasta que fueron rescatados y trasladados a Ushuaia.


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