El origen del miedo

El origen del miedo

ANSIEDAD III

Como ya se ha mencionado, el trastorno de ansiedad generalizado es un cuadro psicopatológico muy común en todo el mundo y hoy en día, constituye uno de los problemas más comunes dentro de las consultas del sistema de salud. Lo cierto es que la gran mayoría de los estudios realizados sobre este problema mental, considera poco o nada los posibles orígenes no mentales del trastorno. En todo caso, parten de considerar que la mente se enferma a sí misma al entrar en la espiral de preocupaciones, miedos y activación del sistema nervioso, sin tener en cuenta otros factores externos a la mente.
Tantos casos de ansiedad a nivel mundial deberían hacernos pensar que, por lo menos en parte, las causas no se encuentran sólo en razones de índole psicológicas, sino también en las ambientales.
La ansiedad ya es considerada por muchos estudios como una especie de epidemia mundial, debido a la cantidad de personas que viven con preocupación crónica, ataques de pánico, irritabilidad, insomnio y miedos inespecíficos por lo que deberíamos preguntarnos: ¿qué puede estar ocurriendo en nuestro entorno?, ¿qué factores sociales podrían estar relacionados con la raíz de este problema?
Estudios sociales y antropológicos nos indican que en la actualidad vivimos en un mundo repleto de incertidumbres y esto es generador de nuevos miedos. Como bien lo expresa Eduardo Galeano, el miedo es una forma de vivir en la actualidad. Las diferentes formas del miedo se relacionan con el trabajo inseguro y/o insatisfactorio, las relaciones interpersonales inestables, las calles llenas de inseguridad, las presiones por mantenerse dentro del consumismo, los niveles tan altos de endeudamiento económico en que viven las personas para sostener un estilo de vida más allá de sus posibilidades reales, el miedo a la soledad y el aislamiento, la imposición a ser feliz a toda costa, la tecnología que avanza desmedidamente, la presión por el éxito…
Hoy día, se vive encerrado en las casas y en las mentes. Por miedo. La sensación de inseguridad que se ha creado sobre lo que es la realidad provoca tanto temor que la gente se aísla, se encierra, se pone a la defensiva y comienza a maquinar en sus mentes diversidad de preocupaciones, la mayoría de ellas completamente improcedentes. Como estamos constantemente presionados por la sociedad de consumo para lograr alcanzar y mantener este alto y caro estándar de vida, vivimos una vida llena de temores, dudas, miedos, inseguridad y estrés. Vivimos con miedo a caernos del sistema. Tener, comprar, consumir, estar a la moda, mostrar a los demás objetos de valor, comprar el último celular y el auto nuevo, son formas de lograr una satisfacción que dura poco, pero la preocupación por pagar las deudas dura mucho. La duda de si somos o no adecuados al estándar exigido socialmente es una presión inconsciente constante. No percibimos nuestros altos niveles de preocupación porque casi todos a nuestro alrededor también están tensos, nerviosos, preocupados, malhumorados y agresivos como nosotros mismos. Como consecuencia de este miedo constante a la vida cotidiana, la necesidad de controlar lo incontrolable de lo que sucede alrededor parece ser la solución al problema del miedo y la persona ansiosa se vuelve controladora y manipuladora; no duerme porque no deja de pensar en sus múltiples preocupaciones; se contractura, por vivir tensionada y finalmente, sufre simplemente por tratar de sobrevivir en un mundo problemático. Se encierra en su casa y en los lugares donde se pueda sentir segura, en un intento ineficaz por controlar el miedo a lo incierto del afuera. No sale, no toma decisiones, no se arriesga a lo nuevo o desconocido. Ante la incertidumbre propia de la vida, el mundo se percibe muy complejo y demasiado peligroso como para arriesgarse a enfrentarlo.
Cabe preguntarse entonces: ¿la ansiedad es un problema 100% mental o hay algo de verdad social disfuncional que percibe el ansioso?
En el mundo de hoy se han acabado las certezas y los para siempre, y el mensaje social es que debemos adaptarnos al cambio constante, a lo siempre nuevo, a la sorpresa. Habría que preguntarnos si nuestra mente y cuerpo están realmente preparados para asimilar tantos cambios, tanta incertidumbre, tanta falta de predictibilidad en la vida. Tal vez el ser humano no está diseñado para vivir en tanta incertidumbre… Finalmente, la mente comienza a desarrollar intolerancia hacia estas formas de vida que nos impone el siglo XXI. Por un lado, los sociólogos y antropólogos nos hablan de que la sociedad de consumo es un modelo social de incertidumbres y por otro lado, la psicología nos dice que el principal problema de la ansiedad nace en la mente de la persona cuando comienza a desarrollar intolerancia a la incertidumbre. ¡Qué extraña coincidencia!. ¿Será casual? No lo creo ¿Será que la mente se comporta al modo de una reacción alérgica al no poder tolerar tanta inestabilidad proveniente de una sociedad de incertidumbres? Es muy posible. Tendremos que revisar nuestros valores, nuestros estilos de vida, nuestras creencias acerca de cómo vivir, para aprender a navegar más seguros en las aguas de esta época incierta. Si bien no está completamente en nuestras manos poder cambiar la sociedad en la que vivimos, sí podemos estar atentos a estas formas de incertidumbre social para evitar que nos genere problemas de salud.
También está en nuestras manos aprender a manejar mejor los síntomas de la ansiedad. La siguiente semana hablaremos sobre cómo aprender a controlar las preocupaciones y a mejorar nuestra calidad de vida.
Y para finalizar, una frase para reflexionar.

“No entiendo al hombre; pierde su salud para ganar dinero, después pierde el dinero para recuperar su salud y por pensar ansiosamente en el futuro, no disfruta del presente. Por lo que no vive ni el presente ni el futuro. Y vive como si no tuviese que morir nunca, y muere como si nunca hubiera vivido”.
Dalai Lama.


Bibliografía consultada:

Augé, Marc (2013).Los Nuevos Miedos. Buenos Aires, Argentina. Paidos.
Bauman, Zygmunt (2007). Tiempos Líquidos. Bs. As. Argentina. Edit. Tusquets.
Bauman, Zygmunt (2007). Vida de Consumo. Bs. As. Argentina. Fondo de Cultura Económica.
Fromm, Erich (2005). El miedo a la libertad. Buenos Aires, Paidós
Gergen, K. (1991) El yo saturado. Barcelona: Paidós.
Lipovetsky, Gilles (2006). La Felicidad Paradójica. Barcelona, España. Editorial Anagrama.
Lipovetsky, Gilles (2010) La Era del Vacío. Barcelona, España. Edit. Anagrama.


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