SE TRATA DEL JOVEN TOMAS BRAVO, AFECTADO POR LA EXPLOSION DE UN BARCO CENTOLLERO Y DE GABRIELA BEBAN, VICTIMA DE UN INCENDIO OCURRIDO EN UNA VIVIENDA.
Pese a la franca mejoría que con el correr de los días fue experimentando Tomás Bravo, de 17 años de edad en el área de terapia intensiva del Hospital Regional Ushuaia primero y en sala común después, el joven fue derivado a un centro de mayor complejidad el domingo último para asegurarle un proceso de curación en un centro especializado en quemados. Como ya fuera informado, “Tomy” se encontraba con su hermano Matías Maximiliano Bravo de 19 años de edad, el lunes 2 de marzo, en la embarcacion de pesca “Arni”, a algunos metros de la costa de Ushuaia, cuando por causas que aun no se determinaron oficialmente, se produjo una explosión que le costó la vida al mayor de los hermanos y graves quemaduras en el 50% de la superficie corporal y conmoción cerebral, al menor. Después de permanecer en estado crítico, con respiración mecánica asistida e inducido a coma farmacológico, Tomás fue desvinculado del respirador y fue trasladado a sala común, en donde se encontraba alojado cuando se decidió la conveniencia de derivarlo a un centro especializado bonaerense. Según las últimas informaciones, el adolescente continúa mejorando, rodeado del afecto de sus padres y con acompañamiento terapéutico que lo ayude a sobrellevar el dolor por la pérdida de “Maxi”, su hermano, con quien solo tenía dos años de diferencia en la edad y una estrecha relación afectiva.
“Gabi”
Con pequeñas pero significativas mejorías la segunda paciente derivada al Hospital Güemes, en Buenos Aires, es Gabriela Beban, de 59 años de edad, quien sufrió quemaduras de tipo A y AB en rostro, cabeza y cuerpo al incendiarse la vivienda de su madre, la antigua pobladora Nedjelka Nelly Marusic Figueredo, de 86 años, emplazada en la calle Holl Holl al 1400, en la zona alta de Ushuaia conocida como “Altos del Beban”.
El siniestro tuvo lugar el sábado 7 de marzo último a alrededor de las 4.20 de la madrugada, cuando el fuego originado en una salamandra se extendió a algunas prendas de vestir próximas luego al mobiliario y terminó por extenderse a la planta alta, provocando el deceso de la dueña de casa y quemaduras en un 40% de la superficie corporal de su hija Gabriela.
A fin de acelerar su restablecimiento y la posibilidad de tener que afrontar cirugías e implante de tejidos, “Gabi”, una fueguina de trayectoria docente muy querida, fue trasladada en un avión sanitario que arribó desde Buenos Aires a alrededor de las 12 de la noche del martes último, para llevarla al Sanatorio Güemes, en donde continuará su definitiva recuperación.
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