Hablemos de sustentatibilidad e inteligencia urbana

Sin dudas el concepto de ciudad sustentable se ha convertido en una manera usual de pensar las cuestiones urbanas, atendiendo predominantemente a un estilo de comunidad conectada, moderna e innovadora. Como todo paradigma relativamente nuevo, necesita ser divulgado y conocido por aquellos que trabajan en las temáticas y paradigmas que hacen a la ciudad actual.
Involucrarnos en proyectos de sustentabilidad local y análisis de los metabolismos urbanos amerita una toma de conciencia profunda, en la que las acciones compartidas son el eje conductor de las propuestas integradoras. Hoy en día, las estrategias objeto de las ciudades sustentables, incluyen el trabajo en materia de urbanismo adaptativo, la sinergia de los espacios públicos y la inserción digital y social en la vida lógica de la ciudadanía. Estas estrategias tienen por objeto final generar la dinamización económica de las ciudades.
Trabajar y comprometerse en temas relacionados a políticas urbanas, sustentabilidad local y participación ciudadana es fundamental para comenzar a detectar nuevos modelos urbanos, conceptos transformadores y lograr una mirada alternativa que nos permita desarrollar propuestas inclusivas para la totalidad de la comunidad.

Ser sensibles para ser sustentables

En este mundo complejo que nos toca vivir, donde la revolución de las comunicaciones basadas en la era digital modifican constantemente la agenda de la opinión pública, no está demás advertir que lograr una ciudad sustentable implica ir más allá del hecho tecnológico, para debatir sobre la totalidad de los componentes de la ciudad, en el marco de las opciones disponibles.
Es por ello que no se debe perder de vista que gran parte de los debates sobre la ciudad actual incorporan no solo la inquietud por la tecnología, sino elementos como las situaciones que necesariamente están relacionadas con el fenómeno del cambio climático, la igualdad social, la planificación urbana, el bienestar emocional comunitario, entre otros.
Debemos considerar que una ciudad sustentable e inteligente debe ser un modelo que nos permita vivir mejor, ser más felices, igualitarios, y ofrecer bienestar a aquellos que deseamos habitarlas. Si pensamos en los objetivos de una ciudad sustentable, esas debieran ser otras metas indeclinables a alcanzar.

La inteligencia urbana

Cuando hablamos de inteligencia urbana, solemos referirnos a ciudades del futuro, donde todo resulta perfecto y la infraestructura adecuada resuelve la totalidad de las problemáticas. Muchas veces pensamos acceder a ese “primer mundo” que tan bien suele venderse en las cadenas televisivas de los países denominados “desarrollados”.
Pero la verdad es que solemos poseer una imagen mental muy lejana y distante de lo que verdaderamente implica ese concepto.
Pensar en ciudades sustentables en ese sentido, implica considerar que los trayectos suelen ser de variados plazos de planificación y desarrollo. Habrá aquellos casos en que se pueden resolver con mayor inmediatez, pero también habrá otros que deben considerar medianos plazos y otros que finalmente requerirán de grandes inversiones a mayor plazo de ejecución. Lo cierto es, que se trata de un “trayecto” y como todo en esta vida, implica decisiones, definiciones políticas y técnicas y una clara visión de la ciudad que deseamos. No hay sustentabilidad posible sin planificación estratégica.
En este sentido es válido aclarar que Ushuaia ya transita profundos procesos de sustentabilidad, porque como aclaramos en variadas oportunidades, la sustentabilidad no está exenta de procesos de tensión entre los componentes que la conforman (naturaleza, sociedad y estructura económica), sino que refiere principalmente a la visión de modernidad que los decisores definan y del consecuente acompañamiento de los ciudadanos.

Redoblar la apuesta de la sustentabilidad

Es así como se transmuta hacia una ciudad sustentable. Una forma de validar ese proceso es mediante la participación ciudadana, porque de esa manera es más sencillo pensar en ciudades inteligentes como hechos cotidianos que muchas veces no tenemos presente. La cotidianeidad, en ese sentido, tiene la virtud de estar “siempre presente”.
Por eso es fundamental, no nos cansaremos de destacarlo, la puesta en valor de espacios verdes, la limpieza urbana de chatarra, la mejora de las calles y vías transitables, la recuperación de materiales reciclables, el mobiliario urbano costero, los mapas ambientales, los espacios de mediación social como el “Centro de Acción Legal Comunitaria” y la capacitación continua de la población.
En ese sentido, una novedosa propuesta que está ensayando la Municipalidad de Ushuaia, está dada por el Programa de educación ambiental “Ushuaia, de la escuela a la ciudad” de reciente lanzamiento y que está aportando un activo intelectual
dirigido a la conciencia ambiental de niños y jóvenes. Lo interesante entonces de pensar en tecnologías sustentables, entendidas éstas como un conjunto de herramientas, procedimientos, equipos y recursos, es que más allá de la publicidad que puedan llegar a adquirir (en cuanto a nivel de inversión o impacto inmediato) hay un plus extra.
Este es, a mi entender, uno de los recursos que tenemos que utilizar para acercar la sustentabilidad a la gente. Se trata de repensar en la utilidad de la tecnología o de los dispositivos que ya están hoy en marcha y disponibles en la cotidianidad de la comunidad.
Sin dormirse en los laureles, como suele decirse, existe en nuestro medio local una voluntad hacia la sustentabilidad, que va siendo coronada con acciones gubernamentales que habilita a pensar que se está en tránsito de los objetivos mundiales de contar con ciudades sustentables e inteligentes. Dependerá de todos sostener esta realidad y sumar ideas a futuro.
En esto, nuestra ciudad cuenta con una historia potente que merece continuar siendo abonada.



Edición:

Diario Prensa
Noticias de:  Ushuaia – Tolhuin – Río grande
y toda Tierra del Fuego.

https://www.diarioprensa.com.ar