Se trata de la Sargenta Primera de la Policía provincial, Paola Medrano, de la Comisaría 4ta de Río Grande.
Le hizo resucitación cardiopulmonar hasta lograr que la beba de 11 meses, volviera a respirar.
En la crónica informativa, además de los datos duros del hecho registrado el pasado viernes en la ciudad de Río Grande, se destaca el gesto decidido y valiente de una mujer policía.
La noche del tercer viernes de enero, una mujer dijo haberse descuidado y perdido de vista a su hijita de 11 meses de vida, con quien estaba en la casa. La encontró – referiría – semi sumergida en un balde con agua y lavandina en el que estaba lavando ropa. El cuerpito exánime le hizo temer lo peor. Y pidió ayuda a la Policía.
Otra mujer llegó minutos después y sin dudar comenzó a practicarle a la nena, masaje cardíaco constante hasta que se produjo el milagro: volvió a respirar.
Sin parar, mientras el patrullero se dirigía veloz al hospital, siguió y siguió hasta que la tarea pudo ser continuada por la pediatra del nosocomio, quien – advertida de antemano – esperaba en la guardia.
En apenas un momento se entrecruzaron las vidas de dos mujeres. Una le estará eternamente agradecida a la otra. Y la segunda, tendrá el orgullo de haber dado vida a otra criatura más, además de a sus propios hijos.
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