La ceremonia tuvo lugar en la Plaza República de Croacia.
En la ocasión se colocó un escudo tallado a mano en lenga que simboliza “la importancia de conservar valores, tradiciones y creencias para seguir desarrollando nuestra identidad y preservar nuestra cultura”, explicó la familia croata.
En el marco del 30° aniversario de la independencia de Croacia, se realizó un acto en la plaza ubicada en avenida Jorge Garramuño y Carlos Obligado, o Maipú al 1200, de la ciudad de Ushuaia con la presencia de antiguos pobladores y descendientes del país.
En el acto, realizado a las 14 del pasado viernes 8 de junio, se entonaron los himnos de Argentina, Croacia y la marcha de Malvinas. Seguidamente, Amanda Beban, representante de la comunidad croata en Argentina tomó la palabra y resumió la historia del proceso de independencia de su país.
Luego, en presencia de funcionarios municipales de la ciudad, se descubrió un cartel y escudo tallado, realizado artesanalmente en lenga por descendientes de la familia Bronzovich, para que forme parte de la memoria, del patrimonio y de la historia de la ciudad de Ushuaia.
En el acto Diario Prensa Libre dialogó con Jorge Yuco Bronzovic: “Decir en Croacia que tenías un pariente en América hacía que te considerarán rico y como era gente muy pobre salían en busca de progreso. Mi papa sabía que tenía un tío en Uruguay pero no lo encontró. Se fue entonces a Santa Fe, en donde se encontró con un compatriota que le pidió que fuera con él a Punta Arenas”.
Con el tiempo, los croatas emigraron de la Tierra del Fuego chilena a la argentina, transformándose en una de las primeras comunidades de extranjeros que adoptaron a Ushuaia como su nuevo hogar.
“El croata era bueno para la pala. Yo como fueguino agradezco a este suelo porque si bien hay colectividades quizás más grandes que la croata, la nuestra puso el pecho, el corazón y usó sin desfallecer el pico y la pala. Nosotros éramos 8 hermanos, el clima y la lejanía nos hacía sentir que estábamos al borde de la Antártida pero nunca pasamos hambre”, cerró diciendo Bronzovic.
Croacia es un país ubicado en Europa Central, que limita con el mar Adriático, Hungría, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Eslovenia. Además, comparte frontera marítima con Italia. El idioma oficial es el croata y su capital es Zagreb.
Si bien se celebró el 30 aniversario de su independencia de Yugoslavia en 1992, el Reino de Croacia es un pueblo que se remonta a la época medieval fundado alrededor del año 925.
En Argentina hay alrededor de 250.000 descendientes repartidos en las provincias de Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Tierra del Fuego.
En nuestra provincia precisamente en donde hay un arraigo fuerte desde su fundación: un croata oriundo de la ciudad de Zlarin, Fortunato Beban, llegó en barco con sus hijos, Fortunato y Tomás, desde Punta Arenas, a fines del siglo XIX. Tenía cuatro barcos cuyos nombres eran General Garibaldi, Tomasito (Dálmata), Fortunato Viejo y Florencia.
Hoy en día, la casa de los Beban, cuya familia cuenta con aproximadamente 130 miembros cuya gran mayoría residen en distintos puntos de nuestro país, además de Ushuaia, se ha transformado en un museo.
Vale destacarse que en Ushuaia hay más de un centenar de apellidos croatas, la mayoría de la isla de Brač, de Mimice y de Hvar. Se destaca por ejemplo la escuela que lleva el nombre de la Profesora Olga Bronzovich de Arko. Su hermano, Tomo Bronzovich, preparó una exposición documental sobre las familias croatas en dicha ciudad. La familia Mustapic también fue una de las primeras propietarias de un establecimiento hotelero que existe hasta la actualidad, entre muchos otros apellidos que jalonan la historia.
En el Museo Marítimo, además, los croatas cuentan con su rincón, en el que expusieron un traje típico y algunas antigüedades que les recuerdan la patria de sus ancestros.
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