La autopsia confirmó cómo murió Zulema

El estudio realizado en la morgue del HRU arrojó que la víctima luchó férreamente por su vida.

Nuevos testimonios revelan que en la madrugada del martes 22 de febrero se escuchó una fuerte discusión en la casa de la víctima, luego de la cual sobrevino un silencio absoluto.

Finalizadas las tareas periciales post mortem, los peritos forenses remitieron a la jueza interviniente en la causa un informe en el que se confirma que Zulema Medina, de 38 años de edad, opuso una dura resistencia al accionar de su atacante, resultando su cuerpo con marcas evidentes de lesiones características de la defensa ejercida.
En el certificado adjuntado a la causa N° 35.755 se dio a conocer que el deceso se debió a una maniobra violenta de estrangulamiento efectuada por una persona de mayor fuerza y complexión física que la víctima, descartándose bajo la carátula “Averiguación de causa de muerte” las alternativas de suicidio, muerte accidental y natural.
De esta manera el título bajo el que continuará el expediente será “Homicidio agravado por la figura de femicidio”, dado que existen suficientes elementos para considerar que el único imputado en la causa, José Ceferino Lencina, pareja de Medina, podría ser el autor material del crimen que se investiga.
Por otra parte, el sospechoso también fue sometido a una revisación médica en la que se hizo constar que presenta en distintas partes del cuerpo, lesiones en la piel compatibles con rasguños o golpes.

Una pelea que terminó trágicamente

A la par del informe forense se pudieron colectar otros elementos que revelan que en el domicilio de la comerciante, propietaria del kiosco “Gael”, se produjo una acalorada discusión que fue escuchada por los vecinos en la madrugada del martes 22 de febrero. Al ingresar personal policial de la Comisaría 1era., advertido a través de la línea 101 de emergencias, se encontraron con el cuerpo ya sin signos vitales de Medina, en medio de un escenario que mostraba a las claras que en ese lugar había tenido lugar un hecho violento, con muebles y elementos diversos caídos o esparcidos sobre el suelo.