JUICIO AL COMISARIO WHATSAPP.
Mariela Alejandra Fernández se presentó ante los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal, en horas de la mañana del viernes pasado, en la sala de debate del Juzgado del Distrito Judicial Norte para dar su versión de los hechos acontecidos en mayo de 2017 que terminaron con el apartamiento del cargo del comisario Marcelo Guerrero.
Si bien el juicio es oral y público, los magistrados decidieron vedar el acceso de la prensa a la audiencia en la que expuso Fernández, pese a lo cual Diario Prensa pudo conocer sus dichos.
La declarante, de 23 años de edad cuando ocurrieron los sucesos investigados y de 25 actuales, manifestó su plena conformidad con el proceder del uniformado en lo concerniente a la tarea de custodia de su persona y criticó el accionar de la Justicia por la falta de respuestas al robo de su perro por quien después denunciaría como su violador, Diego Videla, de 33 años de edad.
Mariela, visiblemente intimidada ante los jueces, remarcó que lamentaba mucho la derivación que habían tenido las actuaciones en perjuicio del comisario Marcelo Guerrero, titular en mayo de 2017 de la Comisaría 5ta encargada de brindarle protección. La mujer se esforzó en dejar en claro que ella se sintió resguardada en todo momento por el personal dispuesto por el comisario Guerrero y admitió que ese día de mayo de 2017 tomó la decisión de llamar por teléfono desde la fábrica en la que estaba cumpliendo su jornada laboral, a su ex novio, para reiterarle el pedido de devolución de la mascota que él le había sustraído del interior de su departamento. También decidió retirarse antes de su trabajo para reunirse con Diego Videla en su domicilio, sin dar aviso – como había convenido y se había comprometido – a la dependencia policial.
Angustiada, refirió que se vio obligada a hacerlo porque varias veces había acudido a la Justicia para pedir que se tomaran medidas para que pudiera recuperar a su animal, “sin obtener respuesta alguna” y que creyó que de esa manera podría volver a reunirse con su mascota.
Lejos de cumplir con su palabra de devolverle a su perro, Videla la agredió sexualmente – según denunció después – ni bien traspuso la puerta, sin que los policías pudieran auxiliarla porque creían que ella estaba en su lugar de trabajo.
A raíz de ello, el oficial Marcelo Guerrero fue puesto en situación de disponibilidad e imputado penalmente por la figura de “incumplimiento de funcionario público”.
En la ocasión sorprendió que la causa por la que el oficial de Policía está imputado no es por violencia de género sino por “hurto”, a raíz precisamente de la denuncia de la mujer de la sustracción de su mascota por parte de su ex novio.
Vale destacarse que luego de detenido Videla ella continuó la relación sentimental visitándolo en la cárcel, según consta en los registros de ingreso y egreso de visitas de la Unidad Nro 1 de Detención de la ciudad de Río Grande. Simultaneamente, Guerrero era excluido de las filas de la fuerza policial e iniciaba una larga espera que se extendió por casi dos años de incertidumbre.
Fernández miró con gesto de súplica a Guerrero durante la audiencia y le pidió perdón por lo ocurrido, enfatizándole que no había sido su intención causarle ningún perjuicio.
EL MIERCOLES, LA SENTENCIA
En la jornada de hoy lunes, se espera que aporten su declaración testimonial algunas personas más, luego de lo cual se procederá a la preparación de los alegatos que tendrán lugar el martes. Se presume que el día miércoles los jueces ya estarían en condiciones de dar su veredicto.
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