“La Policía mafiosa de Tolhuin mató a mi mujer y me inculpó a mí”

ALDO NUÑEZ SORPRENDIO AL ROMPER EL SILENCIO EN EL QUE SE HABIA MANTENIDO DESDE HACE UN AÑO. NEGO TODA RESPONSABILIDAD EN EL HECHO Y DIJO QUE NILDA ERA MANDADA POR POLICIAS A ESPIAR EN VIVIENDAS DE FIN DE SEMANA PARA DESPUES DESVALIJARLAS, Y QUE DEBIDO A ESO LA MATARON.

Con grandes dificultades para expresarse, como si no encontrara las palabras para exponer sus ideas y con gran nerviosismo, Aldo Nuñez se sentó delante de los integrantes del Tribunal de Juicio y proclamó, en una especie de diálogo con el presidente del Tribunal, su inocencia.

Nuñez dijo que Nilda le había pedido poder ausentarse por dos semanas de Tolhuin para viajar a Río Grande, planteo al que él habría accedido de buena gana.

De esta manera intentaba justificar que su mujer no hubiera estado en la casa con sus dos pequeños hijos, hecho que le llamó poderosamente la atención a los vecinos del lugar. En su visión de lo ocurrido, fue “la Policía mafiosa de Tolhuin” quien mató a su mujer, a la que sindicó como parte de una banda que desvalijaba viviendas de fin de semana en el pueblo. Nuñez dijo que Nilda “era una espía de la Policía”, que limpiaba propiedades y que después le suministraba información sobre los elementos de valor que había en ellas a fin de que fueran desvalijadas.

Del mismo modo deslindó responsabilidades en los uniformados y mencionó a un efectivo de apellido Pereyra: “Cuando ellos llegaron a la casa en la que tranquilamente estaba durmiendo con mis hijos, los policías me sacaron afuera y le entregaron los chicos a los vecinos. Yo vi que entraron con una bolsa negra con cierre…”.

Así, Nuñez acusaba a los policías encargados de realizar el allanamiento en la casilla en donde debajo de una cama fue hallada una pierna de Nilda, de haberle sembrado pruebas que terminaron por inculparlo. También dijo que estando esposado y en el suelo lo obligaron a leer “un cartel” con la descripción del lugar en donde después se hallaría una valija con el cuerpo seccionado de la infortunada mujer, bajo amenaza de atentar contra sus hijos. “Por eso la encontraron tan rápido”, subrayó.

En otro tramo, el imputado dijo haber logrado “perdonar” a los policías y les deseó “que estén bien con sus familias y sus hijos”, acusándolos nuevamente de no poder estar “con mi mujer y mis hijos, porque nos destruyeron”.

Nuñez insistió en que “fue la Policía la que mató a mi mujer porque me dijeron que ella era como los ojos de ellos… que se había metido con ellos y que por eso la mataron. También la mandaban a robar”. Finalmente, el sujeto, casi de modo contumaz, se refirió a la criatura que Nilda llevaba en su vientre: “Ella tenía un romance con uno de esos policías. Además todos los declarantes dijeron que tenía una relación con ese tipo y que el hijo que estaba esperando era de él, que no era mío”.

Pese a que el resultado de los estudios genéticos que se realizaron sobre el feto de cinco meses de gestación que murió con su madre, en el baño de la pequeña casilla de Tolhuin, atacada a golpes y cuchillazos, indican que se condice en un 99,99% de compatibilidad con el ADN de Núñez, él sigue negando su paternidad.